Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Convertido en la tradición cancunense en el sitio emblemático para recibir el Año Nuevo, Playa Delfines se vio colmado no solo de locales sino también de turistas en un primero de enero espectacular bañado por el sol.
Aunque era previsible que en Playa Delfines y/o “El Mirador” se generara una desbordante asistencia no hubo las medidas de aplicación de medidas para reducir los potenciales contagios por COVID-19.
“Yo vengo cada año, se podría decir que es una tradición de mi familia”, dijo Laura quien llegó acompañada con familia de la Ciudad de México.
Las advertencias en medios de comunicación por casos de COVID-19 poco importaron , pues los estacionamientos quedaron rebasados al tiempo que interminable fila de bañistas ingresaban ansiosos a la playa.
Incluso, se formaron largas colas para la tradicional foto con las coloridas “letras” de Cancún.
De igual forma de notó la ausencia de la Policía Preventiva y de la dirección de Tránsito, y los franeleros terminan por convertirse en autoridad que imponen sus reglas en ese lugar.