Francisco Javier Robles / NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.-Gerardo Ruiz Sánchez, discapacitado visual, protestó en la entrada del Ayuntamiento Benito Juárez por los terribles problemas de movilidad que existen en el centro de Cancún.
Exigió hablar con la presidenta municipal, Ana Patricia Peralta de la Peña, pero no fue atendido ni por una secretaria; incluso, policías municipales trataron de sacarlo del Palacio Municipal cuando pedía hablar con alguien que recibiera sus denuncias.
“Vine a hablar con la presidenta municipal y nadie me atiende, nadie se digna a atenderme. Están más ciegos y discapacitados que yo”.
Reclamó que los paraderos de autobuses están pésimamente colocados en el primer cuadro de la ciudad, y que permanentemente son invadidos por automovilistas y vendedores ambulantes que impiden la movilidad.
Señaló que las avenidas representan un serio riesgo para la ciudadanía por el exceso de velocidad con el que conducen los automovilistas, tanto que varias personas han perdido la vida en los pasos peatonales, donde se supone que debe de haber todas las consideraciones para el transeúnte.
Además, considera de alto riesgo que las paradas de autobuses en la avenida Tulum hayan pasado de carriles laterales a carriles centrales, sin seguridad para las personas que esperan transporte público a la altura de ADO, y dejando inservible el puente elevado peatonal.
“El puente elevado nadie lo utiliza; de por sí nadie lo usaba, ahora menos. Ahí ya habido atropellamientos, muertes, y la autoridad municipal no hace nada. Lo hicieron desde enero de 2019, sin pensarlo, sin logística, sin planeación, sin nada”.
El manifestante aseguró que la Cuarta Transformación vino a hacer más caos en Cancún, y puso como ejemplo la mala planeación de la obra del bulevar Luis Donaldo Colosio que ayer provocó problemas viales y pérdida de vuelos de docenas de visitantes.
“Yo estoy discapacitado, pero esos bueyes me ganan; estoy ciego, pero tengo más visión que ellos. En 2020 me atendieron, me tomaron mis datos y no han hecho nada, sólo me dan largas. Están esperando a estar ciegos, mancos o cojos, para entender lo que pasamos nosotros”.