Matilde Zamora/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- La coordinadora de la Comisión de Recepción del Gobierno estatal, Anahí González, reportó 7 mil millones de pesos en pasivos heredados de la administración de Carlos Joaquín, confirmó la diputada federal
Indicó que los trabajos de transición concluyeron de manera exitosa, sin embargo dijo que se detectaron pasivos por casi 7 mil millones pesos, por lo que la Secretaria de la Finanzas y Planeación (Sefiplan) continúa con el análisis de la situación financiera heredada.
Y “En pasivos son cerca de 7 mil millones de pesos, no puedo dar datos exactos, pero todo ya lo tiene el equipo de la gobernadora Mara Lezama”, refirió.
“Ya están analizando el estado financiero del estado, y ver cómo van a subsanar todos los faltantes, y pagos a pasivos principalmente que ocasiona que no se entreguen finanzas 100 por ciento sanas, pues en ver de llegar a invertir (la nueva administración), tiene que llegar a pagar estos adeudos”, explicó la también diputada federal, quien por disposición de la Gobernadora Mara Lezama se encargó de coordinar los trabajos de entrega-recepcion con el gobierno de Carlos Joaquín.
Apenas hace un mes, durante su último informe de gobierno, Carlos Joaquín fue ovacionado por diputados de la Décimo Séptima Legislatura.
En dicho informe el ex mandatario refirió que su gobierno logró una reducción de los compromisos financieros del estado, en los que dijo se logró disminuir en 20.8% la deuda pública per cápita de Quintana Roo.
Y puntualizó que, “al término de su mandato, no quedaría deuda ni proveedores pendientes de liquidación”.
Por unos segundos Carlos Joaquín se conmovió hasta las lágrimas, durante el segmento final del discurso.
“Me despido con las manos y la conciencia tranquila”. Tras esas lágrimas y limpiarse con una servilleta se escuchó decir: “perdón (por la emoción)”.
En tanto el ex gobernador Carlos Joaquín está en espera de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador envié su nombramiento, como propuesta de Embajador de México en Canadá, al Senado de la República, donde la cámara alta deberá rarificarlo, o en su caso rechazarlo.