Por Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- La pandemia obligó a disminuir el número de artesanos permitidos dentro de la zona arqueológica de Chichén Itzá, lo que ha facilitado los acuerdos, el trabajo en conjunto y un mayor ordenamiento, destacó el arqueólogo Marco Santos Ramírez, director de la zona.
Y es que estos comerciantes dentro de Chichén Itzá, han sido siempre un tema de discusión, por la elevada cantidad dentro del recinto, la mala imagen e incluso molestias que pudieran causar al visitante, algo que agencias de viajes de Quintana Roo (principal origen de visitantes) han solicitado cambiar constantemente.
“Sí disminuyó el número porque algunos tuvieron que realizar otra actividad, es gente que va al día, fue un golpe duro para la comunidad y antes de la pandemia teníamos un censo de 674 artesanos, más otros 600 ayudantes, como 1,200… sabemos que en este momento hay un promedio de 300, 350 artesanos, aumenta un poquito los fines de semana”, indicó.
Recordó que existe todo un proyecto con Cultura y gobierno del estado para crear un parador, un espacio que los beneficie, a la par de la construcción del Tren Maya, que sería una coyuntura importante para solucionar su presencia.
Aseguró que existe un diálogo permanente y de ordenamiento con todos los artesanos y sus líderes, para establecer los mecanismos de retorno, trabajar de forma corresponsable para que sea un retorno siempre seguro con todas las medidas sanitarias y coadyuvar al buen funcionamiento del destino.