Por Gabriel Alcocer/Noticaribe Peninsular
CANCÚN.- Después de una semana sin ejecuciones, un habitante de la súper manzana 75 fue asesinado a balazos la noche de este lunes, cuando se encontraba frente a un domicilio. Esto ocurrió tras una aparente pausa de siete días en las actividades de los grupos del narcotráfico.
En cambio, la pandemia del COVID-19 ha sido más mortífera que la delincuencia organizada en el transcurso de abril.
Y es que, hasta este día 13 del mes en curso se registraron cinco muertes violentas en esta ciudad, cuatro de éstas consideradas como ejecuciones, por haber sido cometidas presuntamente por células criminales.
En tanto, el coronavirus provocó 22 muertes en el primer mes de su propagación en Quintana Roo, pero 21 decesos por esta causa ocurrieron en los primeros 13 días de abril, en comparación con las cuatro ejecuciones en ese lapso.
En comparación, del 13 de marzo al 13 de abril fueron registradas 21 ejecuciones en Cancún.
El COVID-19 llegó al estado el 13 marzo pasado y 13 días después, el 26 de marzo, provocó el primer deceso en Cancún.
Durante el ingreso de la pandemia a Quintana Roo, la operación de los grupos del narcotráfico no cesó, pues del 13 al 31 de marzo ocurrieron 17 ejecuciones.
En ese mismo lapso se registraron dos asesinatos, uno de éstos en agravio de una niña, de un año y siete meses de edad, mientras que un presunto delincuente fue abatido a balazos en un enfrentamiento con la policía.
El mes de abril registró un descenso en las ejecuciones y hasta el día 6, ocurrieron tres casos. Después vino una pausa de una semana, la cual se rompió la noche de este lunes, 13 de abril, cuando un hombre fue ejecutado a balazos en la súper manzana 75.
Ante la suspensión de las actividades turísticas y comerciales, se espera que el mes de abril registre cifras atípicas en el alarmante incremento de ejecuciones que se venía registrando desde años anteriores.
Tan solo, el mes de febrero pasado concluyó con 37 muertes violentas, principalmente en ataques a balazos.