A la par del fenómeno Xóchitl, ha iniciado el retornó de panistas que le dieron la espalda al albiazul en la coyuntura de las elecciones locales generales de 2022.
La tremenda expectativa que ha generado Xóchitl Gálvez ya ha tenido repercusiones directas en Quintana Roo, en donde el panismo quedó hecho puré en las elecciones del año pasado, al obtener el 11 por ciento de los votos, una sola diputación local y disputando el tercer lugar con Movimiento Ciudadano.
En el panismo tienen muy claro que los grandes culpables son el exgobernador Carlos Joaquín, que traicionó al PAN, y el exdiputado Eduardo Martínez Arcila, a quien acusan de sólo llevar agua para su molino.
Entre los arrepentidos destacan el excandidato a diputado federal, Eloy Peniche, que se había ido a Movimiento Ciudadano y el ex dirigente estatal del partido, Juan Carlos Pallares, que probó suerte en Morena.
Y ahora, lo que sigue es que el PAN logre reorganizarse lo mínimo suficiente para hacer un papel decoroso en 2024.
Aunque, al PAN no le podría ir peor que Carlos Joaquín, con quien el panismo de Quintana Roo tocó fondo.