Lo que ocurre con el PAN en Quintana Roo, que no hace mucho fue primera fuerza en la entidad, es cómico-trágico-musical
En Quintana Roo ocurre que el PAN está tan, pero tan cerca del gobierno, en este caso del bipartito-Morena-PVEM, que no sólo es una oposición inofensiva, sino hasta de ornato.
Y es que lo que ocurre con el PAN-QR está para no creerse.
Imaginemos a Marko Cortés tomándose fotos con Andrés Manuel López Obrador, o bien, al presidente del PAN en Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum.
O al revés,. Aquí, cerca, muy cerquita, tampoco hay fotos sonrientes de Alpha Tavera, como dirigente de Morena, con el gobernador (panista) Mauricio Vila.
Pero, en Quintana Roo Roo, sí ocurre que el PAN y Morena, este caso el binomio Morena-PAN, estén muy juntos y departan hasta en la selfiecracia cuatroteísta de la entidad.
La dirigente del PAN, Reyna Tamayo, no sabe o no quiere enterarse que la líder de un partido de oposición y su función es ser contrapeso del gobierno.
Pero, la líder panista parece que lleva la llamada oposición constructiva demasiado lejos.
Y con Reyna Tamayo, el PAN-QR ya no sólo se le ve como espectador, sino como parte del elenco, aunque en un rol poco menos que actor de reparto en una tragicomedia de absurdos.