Francisco J. Rosado May
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El fin de semana pasado varios medios dieron a conocer los cambios que se contemplan en el gobierno estatal en los próximos días. Las dependencias que tendrán nuevas cabezas serán: SEFIPLAN, SEMA, SEOP, SEDARPE, STyPS, SEDE Y SEQ.
Como en todo cambio de titular de la dependencia, la idea es consolidar lo que se ha avanzado en la dirección correcta y, al mismo tiempo, atender otros temas necesarios para el desarrollo del estado. Es decir, se abren espacios para atender áreas de oportunidad.
Una enorme área es la de articular adecuadamente las funciones de cada dependencia alrededor de los objetivos estratégicos establecidos en el plan de desarrollo del estado. Esta ha sido una deuda constante en diferentes administraciones, pero el hecho de ser constante no lo justifica. Se debe dedicar esfuerzo significativo para lograr la articulación. Por ejemplo, ¿Cómo puede SEDARPE tener acceso a datos necesarios para toma correcta de decisiones si no existen o no son generadas por las instituciones de investigación cuyo papel depende de SEQ? ¿Cómo diseñar esquemas de negocios exitosos en la SEDE si no tienen información o personas capacitadas para ello, que deben emanar de instituciones de investigación y formación de recursos humanos, que a su vez son parte de la SEQ?
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Imaginemos un programa estatal de alimentos escolares en el que se sirven alimentos producidos en la misma comunidad o región, tal y como han hecho exitosamente Brasil, Ecuador, Colombia, entre otros. No solo se logra con buenos datos, sino con nuevas políticas que promuevan la organización social, la comercialización y nuevas formas de producción no contaminantes. Esquemas como este forjan un desarrollo sostenible.
Una herramienta útil para entender y atender esa idea de articulación entre dependencias se conoce como “interfase entre conocimiento y política”. Es un tema que las grandes organizaciones internacionales como FAO, UNESCO, y también organizaciones como el Banco Mundial recomiendan. Artículos como el de Juhola y colaboradores, publicado en la revista Environmental Science & Policy en marzo de 2024, vol. 153, permiten visualizar la enorme importancia de articular conocimiento con política pública. La renovación del gabinete de gobierno en Q. Roo, ofrece esta inmejorable oportunidad.
Sin embargo, para una eficaz interface conocimiento-política pública, se debe atender elementos críticos. ¿Tenemos la organización de las instituciones que permita atender los temas prioritarios para el gobierno? ¿Tenemos al personal con calidad y capacitación para hacerlo? ¿Tenemos la infraestructura? Muy posiblemente individualmente las instituciones de educación superior no cubran todos los requisitos, pero si se suman esfuerzos interinstitucionales a través de convenios claros y sin egos, Q Roo tiene mucho potencial, actualmente disperso.
El tema de producción de alimentos, con la debida transformación de los sistemas insostenibles, debe ser un área necesaria y prioritaria. Para ello, ya se ha hecho, desde la UIMQRoo, la propuesta de conformar un programa estatal interinstitucional de investigación y capacitación, desde el nivel de campesino a campesino hasta el doctorado, en materia de sistemas alimentarios. La propuesta está, la disponibilidad de personal académico de alto nivel se mantiene, el nuevo sistema de evaluación y acreditación de la educación superior lo permite y fomenta, la posibilidad de “bajar” recursos y recibir cooperación internacional también existe; lo que falta es la firme decisión de apoyo por parte del gobierno en el estado para impulsar el programa.
Veremos.
Es cuanto.