Por el Escrutador
Nos llega el reporte de Puerto Morelos: la campaña de Blanca Merari no prende.
Por ello, ha tenido que recurrir a la presión laboral para que, a través de sus jefes inmediatos, las y los empleados asistan a los eventos, aún inclusive en horario laboral.
“Las megamarchas son un desfile de empleadas y empleados, que están siendo presionados para que asistan a ese tipo de eventos, aún en horario de oficina, por ello, las áreas de trabajo están prácticamente vacías”, dicen algunos empleados que omiten dar sus nombres por temor a represalias.
Dicen que están lejos los tiempos cuando la gente sentía un real aprecio por Blanca Merari: “hoy hay desprecio por una persona que cambio de la noche a la mañana y que maltrata al personal. El poder la transformó para mal, y con los únicos que tiene consideración es con su círculo de amigos y compadres, todos ellos controlados por Abraham Masegosa, verdadera calamidad para Puerto Morelos”, indican.
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Dicen que la campaña de Blanca Merari nada más no pinta, por ello, están obligando al personal para que asista a esos eventos, en detrimento de las funciones y actividades que realizan, lo que significa una pésima atención y servicio a la ciudadanía.
“Pero ello a nadie importa, ya que la indicación es clara: hay que ir a los eventos, y sumarse a las actividades de Blanca Merari”, dicen, y afirman que quien no participa en esos actos de campaña, se las tiene que ver con el director de recursos humanos, Santos Julián Medina Cab, allegado de Abraham Masegosa, quien empieza a acosar a esos empleados, cambiándolos constantemente de área, quitándoles prestaciones, bajándoles el sueldo, hasta el despido.
Así, “el personal se encuentra indefenso ante ese maltrato, dado que el órgano de control interno, no oye, no escucha”, afirman.
Mencionan que “los medios han dado cuenta de algunos días en que las oficinas municipales están semivacías, sin atender las responsabilidades que tienen encomendadas, sin que nada puedan hacer, ya que “el temor a perder el empleo es real, lo que impide que los empleados afectados denuncien ese indignante trato, ya que a nadie se le debe obligar a apoyar a Blanca Merari, cuando lo que ha cosechado es enojo, ira, por su maltrato hacia todos nosotros”, enfatizan.
Ese es el panorama en Puerto Morelos, donde el hartazgo hacia un pésimo gobierno municipal es más que evidente.
Pero ahí esta a la vuelta de la esquina el 2 de junio, donde las cosas pueden cambiar…