Agencias
CANCÚN.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el parque Xibalbá del Grupo Xcaret por mentir a la autoridad sobre las obras complementarias y no contempladas en el proyecto.
Las obras deben cuidar el medio ambiente
El consorcio, precisa la sanción, únicamente refirió aspectos relacionados al cambio de uso de suelo.
En julio de 2019, el creador de Xcaret, en Quintana Roo, anunció que el proyecto parque Xibalbá , ubiciado en el municipio de Valladolid, Yucatán, entre Mérida y Cancún, con una inversión inicial de dos mil 800 millones de pesos para arrancar el proyecto que pretende llevar a la gente al inframundo maya, con la promesa de generar el menor impacto al medio ambiente.
El proyecto de Xibalbá consta de 350 hectáreas, de las que solamente se intervendrán 10 con la construcción de edificaciones que se supone generarían 800 empleos directos para atender diariamente a unos dos mil 500 visitantes; sin embargo, ahora está en problemas legales porque, al parecer, les ganó la ambición con las obras complementarias.
La empresa de gestoría ambiental Biocenosis, AC no presentó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de Yucatán los datos de obras complementarias y no contempladas en los resolutivos de los proyectos “Desarrollo Ecoturístico Xibalbá” y “Caminos complementarios para el acceso y operación del Desarrollo Ecoturístico Xibalbá”.
Los resolutivos, fechados en diciembre de 2016 y octubre de 2020 en forma respectiva, fueron sometidos a evaluación en materia de impacto ambiental (MIA) ante la Semarnat, y corresponden únicamente a aspectos relacionados con el cambio de uso de suelo, por lo que inspectores de la Profepa colocaron los sellos de clausura a las obras de construcción de Xibalbá.
La clausura ejecutada por la Profepa deberá seguir el procedimiento de ley acorde a las violaciones a la normatividad en la materia, situación que pone en riesgo la finalización y apertura del proyecto, prevista para el próximo mes de diciembre, además de exhibir situaciones muy delicadas que incluso podrían considerarse una burla a las autoridades.
Bajo sospecha
El 13 de octubre pasado, personal de la Profepa impuso una clausura temporal a las obras del proyecto “ecoturístico”, en seguimiento a la visitada de los inspectores federales el pasado 29 de septiembre al sitio en cuestión, donde acreditaron la realización arbitraria de obras y acciones no contempladas en los resolutivos ambientales emitidos para el proyecto.
Entre las obras y acciones no autorizadas en el terreno de una comisaría del municipio de Valladolid, se constató la ejecución de excavaciones en la laja calcárea, hasta cerca de 20 metros de profundidad donde se alcanzó el manto freático en varios puntos; el daño iría más allá porque también se localizaron afectaciones directas a cuerpos de agua subterránea (cenotes),
Se observaron modificaciones en paredes, apertura de canales de navegación, túneles y la edificación de andadores y escaleras de cemento y material pétreo al nivel del cuerpo de agua; habilitación de rutas subterráneas dañando los cenotes de la zona, obras no incluidas en las manifestaciones sometidas a evaluación y, por ende, no estarían autorizadas.
Los actos del Grupo Xcaret violarían la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), promulgada el 28 de enero de 1988, pone en evidencia la forma de actuar de los desarrolladores, donde la inversión no justifica daños ambientales presuntamente anteponiendo intereses económicos muy por encima de los beneficios comunitarios.
El año 2021 ha sido un calvario para el emporio que maneja el Grupo Xcaret: con la succión y muerte de un menor de Coahuila en una de las atracciones del parque Xenses, se destapó la cloaca y se conocieron percances que han vivido decenas de personas ante la indiferencia de la empresa, que tras los hechos quedó bajo sospecha de corrupción, en contubernio con la autoridad judicial.
Con información de RIS/Carlos Águila Arreola