Por Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN. – Sin poder estudiar y trabajar para sus dos hijos, es la hora en que Celina no recibe el apoyo que Jorge Robles declaró hace cuatro días que le había otorgado al ser atropellada por una patrulla la tarde del miércoles pasado.
El encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública aseguró el jueves en la mañana, que el área jurídica había activado el seguro médico y que estaban en contacto, para que la víctima recibiera atención médica privada. “No nos han buscado”, replica la joven.
Por parte de la Fiscalía General del Estado, tampoco ha habido un seguimiento a la carpeta 5277/2021, ya que no le han tomado la declaración a la afectada, y no han informado públicamente de la situación jurídica del presunto culpable.
Tendida en su cama, esta chica de 26 años tiene diversas fracturas y lesiones en su rostro y cuerpo, que deben ser atendidas durante los próximos meses. Hoy en día ni siquiera se puede levantar y come con un popote.
“Pido justicia y que asuman su responsabilidad. No digan que me están ayudando porque ni han preguntado por mi estado de salud. Hay algunos medicamentos que me dio el Seguro Social y otros que voy a tener que comprar, además de la rehabilitación física”, sentencia la trabajadora de una guardería infantil.
En esa tarde la situación fue al revés, relata la también estudiante de psicología, ya que un policía le ofreció a un familiar la cantidad de seis mil pesos, a cambio que perdonaran al conductor de la patrulla número 82330.
Con yeso en su pierna y brazo derecho, Celina narra que desde su moto observó a lo lejos el vehículo policial, y que en dos ocasiones puso las luces intermitentes para avisar de que daría vuelta. Minutos después salió volando por los aires, hasta quedar tendida en el pavimento de la avenida Marsella.
Con hematomas en la cara, dos discos con lesiones y fracturas, los policías hacían comentarios como “No está muerta, no es para tanto”. Celina fue trasladada a la clínica del IMSS, donde permaneció en un pasillo más de cinco horas para luego ser atendida.
“Mi mamá me contó que en la Fiscalía se portaron groseros. No me han buscado para tomarme la declaración, y no sabemos si el conductor de la patrulla está siendo investigado”, subrayó Celina.