Hugo Martoccia
Desde hace algunos meses, en el equipo político que rodea a Mara Lezama comenzaron a indagar las posibilidades de la alianza de la 4T para la elección local de 2024. Uno de los análisis los condujo al complejo tema de los géneros en las candidaturas a las presidencias municipales. Se llegó a analizar escenarios diversos, pero todo parece haber quedado atrás. La conclusión hoy es que la alianza MORENA, PT, Verde se va a mantener tal cual está en municipios, y que no habrá cambio de género en las candidaturas. Las únicas dudas están en Bacalar, Solidaridad e Isla Mujeres, pero, en términos legales, no tienen impacto.
Eso significa, para simplificar, que sólo quedará fuera de la alianza José María Morelos, donde no parece haber competencia para el intento de reelección de Erik Borges Yam. Luego, habrá candidaturas de mujeres en Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad, Cozumel, Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco. En todos esos municipios, con la natural excepción de Solidaridad, que gobierna la oposición, habría reelección de las actuales presidentas municipales del lopezobradorismo.
Las candidaturas para hombres serían en Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres y Tulum. Sólo el alcalde de este último municipio, Diego Castañón, estaría en camino de la reelección. La situación de Emir Bellos en Lázaro Cárdenas es muy compleja, y Mara no termina de convencerse de que ese alcalde tenga futuro político en su movimiento.
En Isla Mujeres, se prepara una estrategia para enfrentar a la alcaldesa Atenea Gómez Ricalde. Pero la realidad es que pareciera que la Isla será la última, o una de las últimas, decisiones que se tome. Por las dudas, Juan Carrillo ya arma, desde el Verde, una estructura que pueda darle el triunfo a la 4T allí.
La duda es Bacalar. En la alianza 4T, ese municipio le ha correspondido al PT, y allí hubo una candidatura de mujer en la elección de ayuntamientos de 2021. Pero la relación política de Mara allí es el actual alcalde José Alfredo “Chepe” Contreras, que llegó al poder por el PRI, pero que ahora iría a la reelección por algunos de los partidos aliados de la gobernadora. Ese cambio de género en el municipio, sin embargo, no cambiaría mucho el panorama general.
Hay que recordar que el tema de género está ligado a la competitividad electoral de la alianza en los municipios, que es el verdadero factor a considerar, y allí se reserva la posibilidad de algunos cambios mínimos pero no menores.
Veamos.
GÉNERO Y TABLAS DE COMPETITIVIDAD
La competitividad electoral, que se genera por los votos obtenidos en la elección de Ayuntamientos de 2021, tiene que ver con los municipios donde la alianza está mejor posicionada para ganar. Los municipios se dividen en tres bloques de acuerdo a su competitividad alta, mediana o baja, y debe haber paridad de género en cada uno de esos bloques y en el total de candidaturas. Puede haber más candidatas mujeres, pero no más hombres.
En ese sentido, los 4 municipios que integran el bloque de alta competitividad son los más importantes para generar paridad. Allí es casi imposible poner más hombres que mujeres.
En el caso de la 4T, en ese bloque están, por orden de mayor votación, Carrillo Puerto, Tulum, Lázaro Cárdenas y Cozumel. En el primero y el último municipio irían candidatas mujeres, y en los del medio hombres. Así, la situación sería óptima en cuanto a paridad. Si se quisiera cambiar el género en Cozumel, debería cambiarse en Lázaro Cárdenas. No es, como se ve, un escenario imposible, aunque hoy no está en carpeta.
Los dos bloques de abajo pueden equilibrarse de manera menos rigurosa. El bloque de competitividad media incluye a Puerto Morelos, Benito Juárez y Bacalar. Si la alianza 4T fuera a la reelección con Chepe Contreras, como se explicó, habría dos candidaturas de mujer y una de hombre. Todo bien, entonces. También podría haber tres de mujer.
El último bloque es el de baja competitividad, y allí es donde las cosas pueden cambiar por completo en lo político, y sin embargo no mover nada determinante desde el punto de vista electoral y legal.
Allí están Othón P. Blanco, donde iría mujer en reelección, y luego Isla Mujeres y Solidaridad. La idea es que estas últimas sean candidaturas para hombre y mujer, respectivamente, como fue en 2021, pero nótese algo: si se cambian los géneros, o incluso si fuesen dos mujeres o dos hombres en esos municipios, no cambia nada en realidad desde el punto de vista legal.
O sea, ahí hay aún mucho margen de maniobra para cambiar las cosas, justo en esos dos municipios que son los únicos realmente en manos de la oposición.
En Solidaridad, como se ha dicho varias veces aquí, la que marcha por delante de los demás aspirantes es la verde ecologista Estefanía Mercado. Pero, se reitera, allí no hay problemas por el género de la candidatura; está quedará, simplemente, para quien tenga más competitividad electoral, sea mujer y hombre.
DESTINO, PLAYA DEL CARMEN
El discurso de Mara Lezama en el 30 Aniversario de Solidaridad, el pasado 28 de julio, deja en claro que la gobernadora ya dio vía libre a la conquista del municipio, como se dijo en la última edición de esta columna, el 16 de julio.
Mara habló de llevar la transformación a todos los rincones de Quintana Roo, e hizo críticas muy puntuales sobre “politiquería” o “grupos de poder”, que tenían como destino claro a la alcaldesa panista Lili Campos.
Ese mismo día, unas horas antes, en un evento de entrega de tarjetas “Mujer es Poder” en la Colonia Colosio, Mara tuvo tiempo para hablar con su tropa y darles la indicación de profundizar los trabajos en el municipio.
El jueves pasado reunió en su oficina de Cancún a los referentes de MORENA en el estado, dirigencia y otros actores, y les dijo: “Hay que meterse a Solidaridad”. La estrategia será por “tierra y aire”; o sea, mucho trabajo de base, pero también empezar a cuestionar la gestión de Lili, que no tiene casi opositores mediáticos ni políticos.
Todos saben que es una tarea muy difícil. Lili está bien posicionada, maneja amplios recursos políticos y económicos, y hay quién dice, incluso, que en algún momento puede sacar a relucir la vigencia de los pactos que se hicieron para que ella llegara al poder, de los cuales no fue nada ajeno el oficialismo morenista.
Hasta hoy, más o menos hay un consenso que dice que si la 4T no va realmente unida a esa batalla, tienen todas las de perder. Ese no debería ser un gran problema; se supone que Mara puede disciplinar esa tropa. El problema es que la 4T de Playa del Carmen es muy híbrida: el verde y el neojoaquinismo hacen que los límites entre los que apoyan a Lili o los que supuestamente quieren ganarle, sean muy difusos.
Y hay algunos datos preocupantes en ese sentido. Mara ya tiene en su poder la información de que muchos de los morenistas que más atacan una alianza con el verde (porque no quieren a Estefanía de candidata) tienen algún tipo de relación comercial o política con Lili Campos; desde contratos en el Ayuntamiento hasta “financiamientos” diversos.
El plan de algunos de esos personajes ya identificados es algo así: “Si no soy yo el candidato de la 4T, lo mejor es que siga Lili”.
La oposición a Estefanía, a la alianza o a cualquier otra cosa, parecería más que un tema político, una elaborada estrategia para apoyar el proyecto Lili, que ha sabido mantenerlos contentos.
Estefanía, debe decirse, tampoco está exenta de dudas a su alrededor: aún no termina de convencer a todos de que no es una extensión simpática y moderna del neojoaquinismo impresentable. Esa duda sobre ella aún persiste.
LA ALIANZA
En el entorno de Mara Lezama dicen que no hay en el horizonte ninguna posibilidad de que la alianza de la 4T se rompa. El acuerdo MORENA-Verde es de una profundidad que escapa por completo a la lucha de espacios locales, y hasta ahora la gobernadora da bastantes certezas con respecto a la alianza con el PT.
El escenario nacional tiene mucho que ver. Los tres partidos han dicho que irán juntos a la elección del 2024, y si bien se guardan la opción de discutir algunas en los estados, lo cierto es que el ejemplo de la elección de Coahuila en junio pasado, demostró que la opción de dividirse es la peor.
En algún momento, tanto el Verde como el PT han analizado opciones de ir solos. También lo hizo Mara. En los análisis sobre la cuestión de género se puso sobre la mesa la opción de ir separados en Solidaridad, Isla Mujeres o Bacalar, en distintas combinaciones, pero ninguna de esas posibilidades convenció.
Por eso, la idea que hoy está sobre la mesa, como se dijo, es mantener la alianza y los géneros en los municipios tal cual están.
¿Está todo cerrado? De ninguna manera; en política, y a meses de una elección, nada es definitivo hasta que lo es, y la propia Mara Lezama ha dicho que las cosas pueden cambiar. Pero, más allá de eso, el escenario político en los municipios parece estar bastante encaminado.
La orden de Mara, reiterada en estos días a su gente, no ha cambiado: quiere ganar los 11 municipios del estado y no dejar ni el más mínimo resquicio de resurrección a la golpeada oposición quintanarroense.