Hugo Martoccia
Si los gestos y los mensajes aún tienen vigencia en la política mexicana, lo sucedido esta semana que pasó dice claramente que en Quintana Roo no habrá una Cuarta Transformación al estilo lopezobradorista, sino más bien una 4T sui generis, que pondrá el acento, más que en la política y la gestión social, en mantener en marcha el motor económico que el turismo representa para el país.
El viaje a España entre Carlos Joaquín y la gobernadora electa Mara Lezama para visitar a un grupo de empresarios españoles dejó en claro dos cosas: habrá continuidad de la política de Carlos Joaquín, y en el tope de la agenda del próximo gobierno se mantendrá la inversión y el desarrollo turístico por sobre algunas políticas esenciales de la 4T, como austeridad republicana o agenda social.
Este mensaje se ramifica en dos aspectos muy claros; uno, el aspecto de la continuidad política; dos, la singular Cuarta Transformación que llegó a Quintana Roo.
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LA 4T SUI GENERIS
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La 4T tiene como uno de sus lemas que es “un gobierno para el pueblo, por el pueblo, y con el pueblo”.
El primer “acto oficial” de Mara como gobernadora electa fue una serie de reuniones con algunas características específicas: fue acompañada por el gobernador saliente; se realizó sólo con empresarios extranjeros; se manejó una sola temática (inversiones turísticas); se les aseguró a esos empresarios que habrá continuidad en la política actual (neoliberal, para usar los términos de la 4T), y, además, fueron reuniones privadas y en el extranjero.
Si alguien encuentra en esa agenda algo que tenga que ver con la 4T lopezobradorista, tiene mucha imaginación o mucha necesidad de encontrarlo.
¿Alguien de las regiones de Cancún, de las nuevas zonas marginadas de Tulum o Solidaridad, de la olvidada zona maya, o de la zona rural del estado, donde el lopezobradorismo arrasó, se sintió identificado con esa agenda?. Seguramente no.
La pregunta siguiente surge sola ¿Por qué garantizar la continuidad de la política estatal actual? No es por Carlos Joaquín en sí, porque ¿cuál es “la política” del gobernador en turismo? ¿Qué tiene de distinto a la de Roberto Borge o la de Félix González, por decir algo?
Hasta Borge, que tuvo un gobierno desastroso en todos los aspectos, tuvo resultados turísticos exitosos en su sexenio.
O sea, no se trata de mantener la política turística de Carlos Joaquín, sino la política turística a secas. Mantener la idea del crecimiento turístico con la menor cantidad de controles posibles para los capitales. Más inversión, más depredación, más turistas, más divisas, y menos empleos de calidad. Así veníamos y así seguiremos.
Es allí donde nace la raíz verdadera de esto: a la 4T y el lopezobradorismo no les interesa Quintana Roo desde el punto de vista político: hay pocos votos y casi nula relevancia nacional en ese aspecto.
A la 4T le interesa Quintana Roo como parte esencial de la economía nacional; como motor del turismo y tercer generador de divisas del país. De hecho, hasta las obras insignias que aquí hace el Gobierno Federal (Tren Maya, Puente Nichupte y Boulevard Colosio) tienen mucho más que ver con las necesidades del turismo que con las de los quintanarroenses.
Por eso el lopezobradorismo le ha creado al estado su propia 4T, donde caben por igual la figura de Andrés Manuel López Obrador, la imagen de Mara Lezama, y los prontuarios políticos de Carlos Joaquín y Jorge Emilio González Martínez, todos como actores centrales del sexenio por venir.
Es la 4T sui generis que no ha dado una sola señal de cuáles serán sus grandes reformas para garantizar la austeridad republicana y la inversión social. Pero que ya fue a España a decirles a los empresarios que no se preocupen porque todo va a seguir igual que siempre.
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EL ORIGEN
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Ahora, hay que ser justos ¿Es esto culpa de Mara Lezama?. No. O, al menos, no en su totalidad. El acuerdo político con Carlos Joaquín (que va mucho más allá de este viaje a España) se gestó en Palacio Nacional. Lo mismo sucedió con el acuerdo con el Partido Verde. Y esos son, como se dijo en esta columna, quizá los dos principales problemas políticos de Mara.
Pero todo debe decirse. La gobernadora electa se siente cómoda en ese ámbito. Y, también, cree firmemente que a pesar de eso podrá hacer un gobierno con mucho acento en lo social.
De fondo, sin embargo, el problema es grave. Como ya se dijo aquí la semana pasada, la idea de que Carlos Joaquín pudiera ser el próximo titular de la Secretaría de Turismo federal es casi una afrenta al poder de Mara. Pero, cuando se ve en el contexto amplio de la 4T sui generis, el análisis cambia: la afrenta, si la hay, es lo de menos; lo importante es mantener funcionando la fábrica de divisas.
Parece que el objetivo para Quintana Roo no es tener una gubernatura lopezobradorista, sino más bien una gerencia y un consejo de administración con cierta liturgia de izquierda.
Sí, acertó, una visión absolutamente neoliberal del ejercicio del poder público.
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LA CONTINUIDAD
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Esta dinámica de continuidad y de acuerdos políticos de Palacio podría tener, incluso, un desenlace realmente complejo para el lopezobradorismo de base en el futuro inmediato.
Ya se habla de que Carlos Joaquín no se conformaría con Sectur o una Embajada; con dejar a varios funcionarios suyos en el Gabinete de Mara, y con la presidencia de la Jugocopo del Congreso para Yohanet Torres, sino que también buscará ser senador en 2024 por el Partido Verde.
Serían, entonces, Mara, Jorge Emilio, Carlos Joaquín, y el morenismo conservador, pero ahora sí, abiertamente, en una misma oferta electoral. Allí, lo interesante será saber qué haría el lopezobradorismo de base (que es el alma electoral del proyecto) cuando su líder máximo, Andrés Manuel López Obrador, se retire definitivamente de la vida pública, y sólo quede la 4T sui generis.
Y ese no es un escenario lejano en el tiempo. Ya se analiza en la política. Una diputada y un diputado electos de la 4T coincidieron en estos días de agitación política en una frase. “No voy a ser comparsa”, dijeron cada uno por su lado, en referencia a la posibilidad de que la agenda política sea más o menos la misma que la de Carlos Joaquín.
En un escenario así, la histórica izquierda quintanarroense quedaría huérfana, porque, debe decirse, habría una cierta traición al lopezobradorismo auténtico con estas decisiones políticas. No es, ni remotamente, lo que la gente pidió en la campaña electoral. Y eso podría alterar el mapa político del estado en 2024 y más allá.
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LA ESPERANZA ¿LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE?
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¿Todo este escenario caótico y revuelto que se narró significa que el gobierno de Mara va a ser más de lo mismo? No. Dependerá de la voluntad política, el interés, y las convicciones de la gobernadora electa, para saber hasta que punto permite que los de siempre terminen tomando las decisiones de siempre.
Pero antes de eso la gobernadora electa debe comprender hasta donde llegan sus señales políticas, y lo que implican.
Por ejemplo, la vasta y minuciosa burocracia estatal no conoce a Mara personalmente, pero la acaba de conocer por sus mensajes políticos. Mara les dijo, en ese mensaje que lanzó la semana pasada desde España, que todo va a seguir más o menos igual que con Carlos Joaquín.
Eso lo entienden a la perfección los que cobran 5 millones de pesos por acelerar trámites ambientales antes de que acabe el sexenio; los que obligan a funcionarios a firmar gastos que no hicieron para cuadrar las cuentas públicas, y los que están haciendo un desastre con las obras del crédito de 820 millones de pesos que pidió Carlos Joaquín. Todos esos se fueron a dormir tranquilos esta semana, porque les dijeron que nada va a cambiar.
Hasta ahora, desde el 5 de junio para acá, hubo tres señales buenas y una mala por parte de Mara Lezama.
Las buenas son la gira de agradecimiento para la gente y las estructuras después del 5J; la decisión de poner a Jorge Aguilar en la Secretaría del Ayuntamiento de Cancún, y entregarle a Anahí González la coordinación de la Comisión de Recepción (¿se mantendrán estas dos ultimas?) porque mostraron a la Mara de la auténtica 4T.
La noticia mala, el viaje a España, lamentablemente, opacó todo lo demás, porque muestra a la 4T sui generis y una agenda que no tiene nada que ver con las necesidades sociales.
Para algunos, lo de España fue sólo un “error necesario”, pero aseguran que en los próximos días todo volverá a su lugar con anuncios muy importantes por parte de la gobernadora electa.
Lamentablemente, para otros, incluso algunos que están muy cerca de Mara, las malas noticias apenas comienzan.