REDACCIÓN/NOTICARIBE PENINSULAR
Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador inició las actividades de su visita a Washington, la primera que realiza al extranjero como presidente, con dos ofrendas florales, una en el monumento a Abraham Lincoln y una segunda en la estatua en honor al Benemérito de las Américas Benito Juárez.
Minutos antes de las ocho de la mañana, hora de Washington, López Obrador arribó al memorial del admirado presidente estadunidense, acompañado por el canciller mexicano Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, el jefe de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena Coqui, y el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau .
A la breve ceremonia en la que el mandatario mexicano depositó un arreglo floral ante Lincoln siguió el traslado por las calles de Virginia y New Hampshire atrás del histórico edificio Watergate para rendir honores a Benito Juárez.
Minutos antes de que llegara el mandatario mexicano a la estatua del presidente nacido en Gelatao, Oaxaca, un grupo de unas 150 personas se presentaron con pancartas y mantas expresando su apoyo a López Obrador y a su pasión por México.
Con el grito de “No estás solo” y “es un honor estar con Obrador”, recibieron al mandatario tabasqueño quien bajó de una camioneta blindada del Servicio Secreto que le brinda el gobierno estadunidense.
López Obrador rindió honores a la bandera, posteriormente colocó la ofrenda a los pies de la estatua de Juárez y enseguida inició el canto del himno nacional del cual todos los presentes hicieron eco.
La ceremonia que duró escasos 10 minutos no estuvo exenta de una manifestación en contra del mandatario mexicano. Sin embargo, la decena de inconformes con pancartas en las que señalaban que no permitirían que se instale el comunismo en México no pudieron apagar los gritos de apoyo de los más de 150 mexicanos, varios de cuales viajaron de varios estados de la Unión Americana para ver unos momentos a López Obrador.
Hubo un conato de confrontación entre los dos grupos de manifestantes que de inmediato agentes del Servicio Secreto disolvieron.
Después López Obrador se trasladó a la embajada mexicana en Washington para preparar los temas que abordará con el presidente Donald Trump la tarde de este miércoles en la Casa Blanca y que concluirá con una cena en la mansión presidencial a la cual están convidados empresarios de ambos países. (Con información de Proceso)