Un estado que está en sitios “top” de violencia derivada por el narcotráfico, lo que menos necesita son expresiones que exalten la delincuencia para ser “respetado” y obtener riqueza.
En el bipartito Morena-Verde, que ostentan la mayoría el estado, muchos de sus representantes cancunenses han entendido que no se pueden ponderar estos antivalores que se difunden en los corridos tumbados o bélicos.
Pero, también hay políticos que “no entienden que no entienden” como la alcaldesa de Chetumal, Yensunni Martinez, que está favor de los corridos bélicos.
La alcaldesa morenista alega esta “género” musical forma parte de la libertad de expresión.
Pero una cosa es una cosa es una cosa y otra cosa.
La realidad es más que por sus logros como alcaldesa, Yensunni ha trascendido porque le gusta vivir la vida al estilo Chetumal y quizá en los convivios que preside terminen con corridos bélicos.
Pero, un político no pude anteponer sus gustos personales por delante y envolverlos en demagogia baladí.
Y menos, alegar libertades, cuando lo que se enaltece, en este tipo de música, es la violencia, la misoginia y el enriquecimiento fácil.