Por: Carlos Chablé Mendoza
El edificio fue construido durante el apogeo del poder maya masewal, igual que la iglesia Balam Naj y el que ocupa la Casa de la Cultura, desde ahí gobernaban los cruzo’ob lo que es hoy el estado de Quintana Roo. Luego de que el ejército mexicano (waches) ocupara Santa Cruz en mayo de 1901, esos espacios sirvieron como establo, alojamiento de soldados y el edificio del que estamos hablando fue cuartel y hospital militar.
En 1915, el presidente Carranza ordenó al general Salvador Alvarado entregar la ciudad a los jefes mayas. El retorno de los cruzo’ob fue lento, consideraban que el sitio había sido profanado por los odiados waches y el edificio permaneció abandonado hasta que se reconstruye para que funcionara ahí el internado de niños indígenas. Fue una de las primeras obras del general Cárdenas luego que reintegró el Territorio Federal de Quintana Roo en 1935.
En la revista Nicte T’an (03/2001), el cronista Gregorio Pérez Cauich (QEPD) mencionó que en mayo de 1935 se aprobó su fundación y las autoridades decidieron que se estableciera en Carrillo Puerto y aquí funcionó hasta que lo clausuran en 1942 al entrar en funciones la escuela primaria Moisés Sáenz. En 1958 se estableció un centro de capacitación para jóvenes de comunidades mayas y posteriormente albergó oficinas del sistema educativo, durante varios lustros, pero no se realizaron obras de mantenimiento. Un mural del maestro Jorge Antonio Corona que se encuentra en el interior es testigo y víctima del abandono.
El 6 de febrero de 2001, un grupo de creadores de arte, promotores culturales, periodistas y representantes de organizaciones sociales pidieron al gobierno estatal la restauración del ex internado con el respaldo de 500 vecinos que firmaron la petición entregada al entonces gobernador Joaquín Hendricks. Propusieron que el antiguo edificio formara, junto con la Casa de la Cultura, un complejo arquitectónico para instalar un museo, un centro de documentación histórica y salas de arte. Fue hasta el 15 de octubre de 2002 cuando nuevamente se habló del tema durante un encuentro de cronistas realizado para celebrar el Centenario de la creación del Territorio de Quintana Roo.
Al inaugurar el encuentro, el entonces presidente municipal Javier Novelo anunció que gestionaba recursos para la rehabilitación de este sitio histórico. Pasaron más de seis años y en mayo de 2008, el secretario estatal de cultura Manuel Valencia anunció su rescate para crear el Museo de la Ciudad y que se convocaría a la ciudadanía para participar. Fue rehabilitado, pero no llegó a concretarse la instalación del museo y sus espacios eran subutilizados.
En tanto, desde el 9 de agosto de 2002, gracias a una iniciativa ciudadana impulsada por Jorge Palomo Queb (QEPD), Daniel May Pat y Marisol Berlín entre otros ciudadanos, ya se había creado el Museo Regional de la Música, con respaldo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc). El museo fue retomado un año después y sostenido por las asociaciones civiles, Centro Quintanarroense de Desarrollo (Ceqroode) y la Academia de la Lengua y Cultura Mayas de Quintana Roo (Acamaya). Transformado en Museo U naajil knoolo’on, la casa de los abuelos, se mantuvo activo hasta 2013, cuando cerró sus puertas por falta de recursos. Luego, se hizo un convenio con la mediación de Marcelo Jiménez, entre la Acamaya y la Secretaria Estatal de Cultura, y los objetos con valor histórico, donados o en comodato junto con mobiliario del museo U naajil knoolo’on, se pusieron en exhibición en el Museo Maya Santa Cruz Xbáalam Naj, que había sido creado en marzo de 2010 por la mencionada Secretaria.
Ahora nuestro museo creado con la participación de la comunidad y en el que se realizaron numerosos e importantes eventos artísticos y culturales, donde se reflejaba la resistencia cultural maya, fue invadido nuevamente por lo waches, ocupado por la SEDENA con el pretexto de que el gobierno federal rehabilitará el edificio como parte de un proyecto llamado “Puerta al Mar”, integrado aparentemente al mega proyecto Tren Maya.
*Cronista de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.