Francisco Javier Robles/N. PENINSULAR
CANCÚN.- Totalmente desolado permanece el alguna vez popular panteón municipal Álamos, de la avenida José López Portillo, en la región 91.
A lo lejos sólo se escuchan las charlas de las pocas personas que acudieron a visitar a sus difuntos.
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Solitarias tumbas en mal estado o rotas son el panorama entre los pasillos este 01 de noviembre; en su gran mayoría sepulcros de niños que no son visitados desde hace varios años.
Los trabajadores del cementerio lo atribuyen a que muchos de los restos que aquí descansan fueron abandonados por sus familiares desde hace décadas.
Por ser uno de los primeros camposantos desde la creación de Cancún, aseguran que muchas de estas familias emigraron por generaciones a otros estados.
Además de que es viernes laboral, y muchos hombres y mujeres trabajaron de manera regular.
Los responsables del panteón municipal consideran que este sábado 02 de noviembre aumentará el número de visitantes, por ser día de descanso y el de la principal celebración de fieles difuntos.