CHARLOTTE.- El legado de Michael Jordan es patrimonio de la humanidad y su silueta perpetrada como una de las marcas deportivas con más ventas en el mundo es solo la muestra de cómo su leyenda trascendió más allá de las duelas de la NBA.
Las comparaciones son inevitables y durante años, los fanáticos han discutido sobre quién es el mejor jugador de todos los tiempos. Jugadores como Wilt Chamberlain, Bill Russell y Kareem Abdul-Jabbar aparecen entre las grandes historias del baloncesto, sin embargo, el único jugador que redefinió la palabra grandeza fue Michael Jeffrey Jordan.
Otros jugadores que cuentan con millones de simpatizantes y seguidores en diversos países son Kobe Bryant, recientemente fallecido, Larry Bird y otros en activo como LeBron James.
MJ23 fue el Jugador Más Valioso de la liga cinco veces, aunque muchos creen que debería haber ganado algunos más. En particular, se cree ampliamente que Karl Malone se adjudicó injustamente el MVP de 1998 sobre ‘His Airness’ porque los escritores creían que ya había ganado lo suficiente. Entre su extenso palmarés, también fue nombrado el jugador defensivo del año en 1988.
Jordan que nació el 17 de febrero de 1963 en Brooklyn, Nueva York, estableció un récord de 10 títulos como máximo encestador y registró un promedio de 30.1 puntos por juego en toda su carrera, la mayor cantidad en la historia de la máxima liga de baloncesto mundial.
‘Air Jordan’ tuvo que enfrentarse a grandes equipos de todos los tiempos, como los Boston Celtics dirigidos por Larry Bird y los ‘Bad Boys’ de Detroit Pistons. Cuando Jordan finalmente pudo alcanzar su primer campeonato de la NBA en 1991, no miró hacia atrás. Jordan llevó a los Chicago Bulls a seis títulos de la NBA, y fue nombrado MVP de las Finales seis veces.
Pero más allá de sus nutridas vitrinas, el impacto que generó es mucho mayor que todos los premios y campeonatos conseguidos. Irrumpió en la liga como una sensación de novato anotando en masa con un primer paso inigualable e impulsos acrobáticos y mates de otro planeta para concluir su carrera como un ícono cultural más que meramente deportivo.
En el camino, se convirtió en un verdadero Campeón que encabezó la globalización de la NBA con sus habilidades dinámicas en la cancha y su sentido personal de estilo que se comercializó entre las masas al grado de formar un imperio empresarial a través de sus logros.
La leyenda de 57 años, posee actualmente un patrimonio neto estimado de 2.1 mil millones de dólares, según la revista Forbes. La riqueza de la exestrella de los Bulls ha aumentado significativamente desde que se retiró de la NBA en 2003 hasta ser considerado el jugador más rico de la historia, todo gracias a un talento incomparable.
Con información de Récord