Por Hugo Martoccia
Esta semana, referentes del PT salieron enojados de dos mesas de negociación de la alianza de la 4T. El partido, aliado histórico de Andrés Manuel López Obrador, siente que lo tratan muy mal en el estado. Y se cansó. La opción que se maneja en la ultimas horas es romper la alianza y ofrecerle a Marybel Villegas la candidatura que no le darán en MORENA.
La inconformidad del PT es porque no le están respetando ni siquiera el acuerdo que tenía. La postura del partido en esas mesas de negociación fue dura, pero parecía parte del mismo juego del estira y afloje natural a esos ejercicios, hasta que la situación llegó a oídos del líder nacional del partido, Alberto Anaya. “Si no nos dan lo que teníamos, nos vamos solos”, instruyó el Profe, y la situación entró en una dinámica diferente.
La crónica de ese posible rompimiento comenzó el pasado miércoles en la Ciudad de México. Allí hubo una mesa de negociación nacional sobre Quintana Roo, de la que participaron, entre otros, los ex diputados Francisco “Paco” Elizondo y Arturo Escobar, por el verde ecologista; el dirigente y el delegado de MORENA en el estado, Humberto Aldana y Luis Fernando Salazar, y también la secretaria general del CEN, Citlalli Hernández, y por el lado del PT la comisionada en el estado, Patricia Casados, y la senadora Geovanna Bañuelos.
En esa reunión, tensa, MORENA concluyó que si van en una alianza parcial de 14 distritos, al Verde le tocarían 2 distritos, igual que en la elección de diputados de 2019, pero al PT sólo 1 distrito, cuando en 2019 tuvo 3. No se habló allí del MAS, al que seguramente MORENA le daría uno de sus distritos si lo quiere en la alianza.
MORENA además, quiere “evaluar” los perfiles de los candidatos, propios y ajenos. O sea, una suerte de derecho a “veto”.
El Verde pidió mucho más de lo que le daban (ver nota aparte) pero el delegado de MORENA les dijo que debían sentirse pagados con la suplencia de la presidencia, la sindicatura y tres regidores en Cancún. En el PT sólo atinaron a decir que la propuesta era inaceptable en esos términos.
Pero MORENA fue más allá, y dijo que otra opción era ir todos juntos por la gubernatura, pero cada partido con candidatos propios en los distritos. Hasta ahora nadie lo aceptó, porque sería una verdadera masacre para los aliados.
EL TRASFONDO Y EL ROMPIMIENTO
Como se sabe, lo que se dice en esas mesas es apenas una parte de la realidad, y muchas veces apenas una mera simulación. En los pasillos aledaños, se comentaba el verdadero trasfondo de todo esto: lo que sucede es que esas mesas ya trabajan con un esquema que tiene una definición, y esa definición es que Mara Lezama será la candidata en Quintana Roo.
Nadie lo ha dicho en voz alta en la mesa formal, pero se ha instalado la idea de que la candidatura de Mara está acordada, y que, dentro de los grandes acuerdos nacionales que hay que entre los partidos, Quintana Roo es un estado para el verde ecologista.
Por eso, luego de aquella reunión ya comentada, un día más tarde hubo otra, ahora sólo con referentes nacionales. Allí, ante Arturo Escobar y Citlalli Hernández, la senadora petista Geovanna Bañuelos dijo que la instrucción de la dirigencia de su partido es no aceptar el acuerdo que le proponen, y que el PT se iría solo a la gubernatura y las diputaciones. O sea, rompería la alianza de la 4T.
Pero todavía causó más impresión lo que dijo después: “Nuestra candidata podría ser mi amiga Marybel”.
LA 4T CONTRA LA 4T
Por supuesto, el nombre de Marybel, en ese contexto, es un cisma para la Cuarta Transformación. El análisis que se hace es muy simple: si Marybel va por el PT, ella no debería romper con la 4T (como muchos esperaban) sino más bien la 4T romperse en dos bloques muy claros, pero ambos bajo el cobijo de la figura y los votos de AMLO, lo que supone un riesgo no menor.
Por un lado, estaría el bloque del morenismo y el verde ecologista, detrás de la figura de Mara. Y del otro lado, todo el morenismo inconforme con esa alianza, en la cual parece que el Verde Ecologista es cada día más poderoso. No hace falta mucha imaginación para prever una campaña incendiaria que Marybel podría hacer con la bandera del “morenismo puro” contra los “impuros y el verde ecologista”.
¿Podrá dividir tanto los votos para convertirse en una opción ganadora? En MORENA dicen que no, por supuesto, pero la realidad es que todos saben que electoralmente la alianza con el Verde cada día les pesa más entre sus bases. El descontento con ese acuerdo no es sólo mediático; va mucho más allá de eso.
Por eso, el CEN de MORENA entró en estado de alerta y empieza a diagramar los pasos a seguir. Una opción es darle al PT posiciones importantes en Durango, principalmente, y Oaxaca, en donde ese partido tiene intereses de otra magnitud, y así cerrar el tema Quintana Roo con el acuerdo ya citado. Pero aun así no es fácil.
La idea es que, pase lo que pase, suceda antes del 24 de diciembre.
LA TERCERA EN DISCORDIA
Si la 4T se divide en dos partes, por desiguales que sean, la ganancia de eso podría llevársela la alianza PAN-PRD-PRI. Hasta hace pocos días atrás, la candidatura de ese sector político parecía una definición ya tomada a favor de la senadora panista Mayuli Martínez, con las dudas que genera el PRI, que quiere irse solo. Pero algo cambió.
Desde aquella reunión del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya, el pasado 22 de octubre, en donde coincidieron Mara, Marybel, Roberto Palazuelos y el gobernador Carlos Joaquín, entre otros; la diputada verde ecologista Laura Fernández comenzó a abrir un puente de negociación con los partidos de la alianza oficialista local.
Laura les comentó a algunos referentes de esos partidos que hay un alejamiento con Jorge Emilio González Martínez, el líder del Verde, y que ella está lista para la candidatura, si la alianza entre los tres partidos oficialistas del estado se mantiene.
Si lo de Laura Fernández va a suceder, debería saberse en los próximos días, porque la primera condición es que renuncie a la bancada del Verde y se pase a alguna de los partidos de la alianza oficialista local.
La situación, como se ve, comienza a complicarse para MORENA. Todo escenario de rompimiento, hasta hoy, le favorecía a Mara. Pero en la 4T daban por descontado que ese rompimiento nunca sucedería entre sus propios votantes.
El gobernador Carlos Joaquín debería operar muy fino para romper la alianza entre PAN-PRD-PRI, y poder entregarle el estado a Mara y MORENA sin demasiadas complicaciones, lo cual es su objetivo político. Hasta ahora, no parece haber problemas para que eso suceda. Pero si alguien ve finalmente una posibilidad, aunque sea mínima, de pelearle la elección a Mara, las cosas pueden cambiar mucho. La cercanía del poder, por mínima que sea, enciende la ambición, que es el principal motor de la política.
¿Tendremos una elección entre Mara, Marybel, Laura y quizá Palazuelos por el MC? Si así fuese, quizá el próximo 5 de junio no sea un día de campo para MORENA, como todo parecía indicar.