Hugo Martoccia – Mesa Chica
La elección en Solidaridad en 2024 comienza a convertirse en algo así como el laboratorio electoral para saber si habrá oposición al marismo en el estado, o, en contraparte, hasta donde llegan las alianzas tejidas entre diversos actores políticos, y si esas alianzas incluyen que las elecciones estén pactadas desde antes, como sucedió en el estado desde 2018.
Hoy, la alcaldesa Lili Campos es la única política con peso propio en la oposición. Se da por descontado que buscará su reelección, y lo lógico sería que MORENA y la 4T intenten no permitírselo. Pero el “Pacto por Quintana Roo” que llevó al poder a Mara (aquel acuerdo entre casi todos los partidos y actores políticos para que Mara sea gobernadora) podría tener allí otra de sus ramificaciones.
Por eso, los nombres que titulan esta columna no son caprichosos ni testimoniales: son los 4 nombres que van a decidir esa elección. Pero lo determinante realmente es que pueden hacerlo en combinaciones diversas, y eso es lo realmente importante.
No es lo mismo pensar, como algunos, que la gobernadora Mara Lezama pondrá todo para ganar el municipio, a que, por ejemplo, ese municipio sea entregado al Verde Ecologista. O, como sostienen otros, que Lili Campos tenga asegurada su reelección por su constante posicionamiento, la falta de rivales fuertes, y porque, al fin y al cabo, Solidaridad le corresponde a Carlos Joaquín en el acuerdo que tiene con Mara y Jorge Emilio González Martínez.
GANA LILI
Esta última opción es la que merece el primer análisis porque tiene muchas bases para sostenerse.
Todo parte de un punto, dicen quienes sostienen esta teoría: el acuerdo entre Mara y Carlos Joaquín no sólo no ha mermado luego del cambio de poder, sino que podría decirse que está tallado en piedra; no van a moverle ni una coma. El ex gobernador mantendrá negocios, posiciones de poder y futuras candidaturas.
Partiendo desde allí, sólo hay que ver cómo fue el tránsito político de Solidaridad desde MORENA al PAN. En 2019, en la elección local de diputados, la entonces alcaldesa morenista Laura Beristain puso a su hermano Juan Carlos como candidato. Carlos Joaquín se decidió por su consejera jurídica Lili Campos, y ella ganó. En 2021, Lili fue por la presidencia municipal contra la reelección de Laura. Y Lili volvió a ganar.
En ambos casos hubo una coincidencia nada menor: la nomenklatura de MORENA tenía la orden estricta de no meterse en el municipio. Ambas veces, Laura Beristain compitió sola contra Lili, sin el apoyo de su partido, y en ambas perdió.
Para quienes sostienen esta teoría, nada ha cambiado. Lili será candidata y se reelegirá; MORENA no meterá las manos, porque en el acuerdo que hay entre Mara Lezama, Carlos Joaquín y Jorge Emilio, esa posición es del ex gobernador.
Ahora, Lili no podría ganar si las condiciones no están dadas. Ya el pasado 5 de junio, en las elecciones de diputados, Kira Iris perdió contra Estefanía Mercado, del Verde Ecologista. O sea, lo principal es que la candidata esté fuerte. Y en ese sentido, la alcaldesa está fuerte.
Desde junio pasado, la imagen de Lili Campos ha ido creciendo constantemente. Tan es así, que hoy sus números, según una encuesta interna del propio PAN, la posicionan en el primer lugar de las encuestas por encima de todos los políticos, y con números tres veces superiores a los de su partido.
Si uno ve ese escenario, está todo tan claro, que no haría falta mover nada.
GANA EL VERDE
Una versión lateral a ésta, que también incluye un acuerdo con Carlos Joaquín, es que el municipio le corresponde al Verde en la 4T, y que Jorge Emilio se lo va a pelear al PAN.
En ese caso, la candidata “natural” es Estefanía Mercado, que ganó de manera contundente la diputación el año pasado. Estefanía sería la carta de Jorge Emilio y de Mara, pero con un contacto (y esto es muy importante) con Carlos Joaquín.
Hay que recordar que Estefanía fue candidata a diputada federal del PAN-PRD-PRI en 2021 con la anuencia del ex gobernador. Incluso, cuando la buscaron para ser candidata del Verde, una de las primeras condiciones fue que Carlos Joaquín avalara esa candidatura.
La otra opción del Verde sería llevar una candidata diferente. Hay quien habla de la diputada María José Osorio, cuñada del ex alcalde Mauricio Góngora, pero, hasta ahora, no pareciera que las condiciones estén alineadas a su favor.
Sin embargo, se sabe, en el Verde las decisiones, al fin, las toma Jorge Emilio y todo puede pasar. Los verdes más puros dicen que Solidaridad será de ellos, y reiteran lo que siempre han dicho: el acuerdo es que el Verde gobernará Quintana Roo en 2027 y ganar varios municipios en 2024 es el paso intermedio. Solidaridad es uno de ellos.
GANA MORENA
La tercera versión debería ser la más lógica pero paradójicamente es la menos creíble. Esa versión dice que Solidaridad le corresponde a MORENA, en el entendido de que Solidaridad ha sido, desde siempre, el municipio más lopezobradorista de la entidad.
Esta versión incluye un dato importante: en la cúpula de MORENA ya detectaron una enorme inconformidad del partido con llevar una candidata del Verde, se llame como se llame. Allí dicen que votaron por Estefanía para la diputación, pero no lo harán para la presidencia municipal, porque creen que le corresponde a MORENA.
A la par, se acumulan los nombres en el morenismo: el representante de la gobernadora Arturo Castro; el ex regidor Orlando Muñoz, la secretaria de Gobierno Cristina Torres, y hasta la diputada Luz María Beristain, entre muchos otros, quieren la candidatura.
El problema de todos ellos es el mismo ¿Van a competir contra Lili y la alianza opositora? ¿O contra Lili, la alianza opositora, Jorge Emilio, Carlos Joaquín y Mara? La primera de esas batallas pueden ganarla. La segunda es imposible.
EL AFFAIRE HEYDEN, Y LA GRIETA EN EL MARISMO
La columna, este domingo, merece una breve digresión por la controversia constitucional que presentó el titular del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) Heyden Cebada, contra Mara Lezama y otras autoridades, por la disminución de presupuesto al Poder Judicial.
Hay que dividir el tema entre lo jurídico y lo político.
Jurídicamente, por lo que se conoce hasta hoy, la controversia del magistrado no parece ir por el camino correcto. Su controversia trata de combatir una reforma constitucional que le da al Congreso la facultad de bajar presupuestos cuando hay una disminución de ingresos, en concordancia con lo que establece la Ley General de Disciplina Financiera de Estados y Municipios (artículo 67 constitucional). O sea, quiere quitarle al Congreso una atribución constitucional fundacional.
Distinto sería si impugnó las modificaciones que la Secretaría de Finanzas y Planeación, del Poder Ejecutivo, hizo sobre los presupuestos de los otros poderes y organismos autónomos. Ya hay sentencias de la Suprema Corte que establecen que Sefiplan no puede meter mano en esos presupuestos. Si por ahí fue su impugnación, va a ganarla y podría caerse toda la “austeridad republicana” de Mara.
Pero desde el punto de vista político, la situación es aún más compleja. Hay una versión muy fuerte que dice que todo esto es un acuerdo entre las partes. Sería algo así: Mara cumplió con impulsar una rebaja de los presupuestos; el Congreso cumplió con bajarlos efectivamente, pero el Poder Judicial le hace un juicio y “les gana”. No sería culpa de Mara, y ella saldría limpia del tema.
Pero hay varias cuestiones difíciles de asimilar. Si querían mantenerle el presupuesto a la Justicia ¿por qué no lo mantuvieron y ya? Este gobierno le aumentó el presupuesto al dudoso y polémico Consejo de Promoción Turística; pasó de 630 a 700 millones de pesos. ¿Por qué no le aumentaría el presupuesto al Poder Judicial si hiciera falta?.
Pero además, lo que queda ahora es que la autoridad política de la gobernadora Mara Lezama se puso en entredicho. Heyden Cebada fue síndico de Mara y llegó al TSJ y a la presidencia del organismo por un acuerdo entre ella y Carlos Joaquín. O sea, es un “marista puro”.
Entonces ¿cómo es que un “marista puro” como Heyden desobedece la instrucción política de su jefa sobre la austeridad republicana? ¿Alguien se imagina a un lopezobradorista puro desoyendo una instrucción del Presidente? No, eso no puede suceder. Y mucho menos cuando la “estrategia” involucra un conflicto entre dos Poderes del estado.
Ahora, pase lo que pase con esa controversia, la imagen de Mara sufrió un innecesario desgaste. Un dato: no había una situación similar desde que Lizbeth Song como presidenta del TSJ presentó una controversia contra Joaquín Hendricks por una reforma al Poder Judicial que involucraba al Fondo para el Mejoramiento de la Justicia. Eso fue hace 20 años.
En poco tiempo sabremos si está jugada de Heyden fue o no una estrategia. Pero si lo fue, Mara deberá sentar a su equipo y decirles que la cuiden un poco más, y, además, que jugar de este modo con las instituciones es el último recurso que admite la política.