Hugo Martoccia
Las señales que los candidatos a la gubernatura dejaron en sus respectivos registros ante el Instituto Electoral, muestran a las claras la gran dificultad de los partidos opositores a la 4T para intentar competir con algún mínimo de posibilidad el 5 de junio.
No se trata sólo de lo que demostró Mara Lezama en su registro, sino también de lo que no mostraron los demás. La alcaldesa de Cancún mostró que tiene detrás suyo a la 4T en bloque, pero que también rondan a su alrededor la mayoría de los referentes del Sistema, desde los que aún están vigentes, hasta otros que venden relaciones y poder que no tienen.
Pero para Mara es lo mismo. El plan de fondo es algo así: hoy, lo mejor es que todos, sean quienes sean, estén de este lado; serán bienvenidos. Después del 5 de junio ya habrá tiempo de organizar ese premeditado caos.
Registro de Mara
El registro de Mara también dio algunas señales más rupestres, de esas que entienden muy bien aquellos que hacen territorio. La movilización de personas que la acompañaron en Chetumal fue una señal de que en su campaña habrá recursos económicos muy importantes, y el inestimable apoyo de la Federación.
En los días previos a ese hecho, la Secretaría de Gobernación firmó más de 5 mil apoyos sociales, y Bienestar dio entrada a 2500 trámites. Hay quien vio una relación directa entre esas aceleradas gestiones y la multitud que se agolpó alrededor de Mara. Lo otro (los autobuses, autos particulares, las camionetas) fue mera operación.
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La candidata de MORENA también marcó su camino desde su discurso. Mara habló de lo que tenía que hablar; la 4T, unidad, reivindicación de la política como instrumento para mejorar la vida de las personas y no de unos cuantos privilegiados.
No se trata de un dato menor. Ese es el discurso de fondo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es el discurso que la mayoría de la sociedad ha decidido hacer suyo desde hace alrededor de 4 años.
Lo que se vio en esos días, en síntesis, es que Mara ya sabe exactamente lo que debe hacer y decir, y cómo hacerlo y decirlo.
Los demás candidatos no parecen tener similares certezas.
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LOS RETOS DE LAURA
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Hay un hecho de fondo que hace difícil la campaña de Laura Fernández, la candidata del PAN-PRD-Confianza: esos partidos nunca fueron opositores a la 4T local, y, de hecho, Laura tampoco.
Para que se entienda, el PAN y el PRD han sacado comunicados criticando uno u otro aspecto de la política lopezobradorista, y sus legisladores locales y federales marcaron distancia varias veces en temas puntuales, pero nunca Mara Lezama fue un objetivo para ellos.
Esta columna calificó, desde 2018, a la alcaldesa de Cancún como la “candidata de todos”. Las posturas de los partidos “opositores” para con Mara es parte de eso.
La realidad es que la principal oposición de Mara en estos años ha salido desde la propia 4T, y poco más. Marybel Villegas ya acordó con ella, y el marybelismo ha dejado de ser. Isaac Janix ya degustó dos veces las amarguras de militar el antimarismo, y ahora va por su segunda temporada como aliado.
Más allá de eso, hubo escasas manifestaciones opositoras consistentes (esto no incluye, por supuesto, a “organizaciones independientes” que militaron esa oposición sólo en busca de jugosos contratos).
En ese escenario, hay dos preguntas ¿cómo hace Laura para generar una narrativa opositora sólida? Y la otra, aún más importante ¿realmente quiere hacerlo?
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LAS RESPUESTAS
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Hay dos formas de competir con MORENA: o se le quitan votos o se representa a la totalidad del pensamiento opositor.
La primera de esas formas de competir no está del lado de Laura; es casi imposible que ella pueda ser algo así como una 4T “alternativa”. Ese es el lugar que quiere ocupar José Luis Pech por Movimiento Ciudadano, pero también parecen escasas sus chances de lograrlo.
Para la segunda de esas opciones, las encuestas traen malas noticias: todas dicen más o menos lo mismo; MORENA tiene un piso de 40 puntos, y en los últimos días su techo pasó los 50. O sea, aún representando a toda la oposición, podría ser insuficiente para ganarle.
Aún en las propias encuestas de Laura, MORENA aparece alrededor de 15 puntos arriba en este momento. Si bien la ex alcaldesa de Puerto Morelos cree que la campaña puede mejorar esos números, también pone gran parte de su suerte en que el doctor Pech logre llegar al menos a 15 puntos, y que la gran mayoría de esos puntos venga de la 4T. Si no, será muy difícil.
Aquí llegamos a la primera pregunta: ¿cómo hace Laura para generar una narrativa opositora sólida? El camino más lógico sería endurecer su discurso, no solo contra la 4T, sino directamente contra Mara. Si no, no hay forma de identificar lo que propone, y de ponerla en un lugar opuesto al de la alcaldesa de Cancún.
La realidad es que si uno mira el proceso político de los últimos años, Mara y Laura parecen venir de lugares similares, y han compartido muchas veces aliados y hasta discurso político. Pero la figura y el nombre de la morenista están instalados de un modo mucho más profundo en la sociedad. Otra vez: o Laura se muestra diferente, o la figura de Mara absorberá todo a su alrededor.
Laura debería trabajar, incluso, hasta en el tono y la forma de decir las cosas, para lograr diferenciarse. Y, desde ahí, endurecer hasta el límite, y quizá más allá, el discurso contra la 4T, pero particularmente contra Mara. Y otra duda: ¿sería creíble ese mensaje en alguien que hace un año hizo una campaña justamente con el discurso que hoy debería negar?.
Y allí aparece la segunda pregunta: ¿realmente quiere hacerlo? Eso es más difícil de responder. ¿Llevaría su mensaje anti Mara hasta un punto de ruptura con quien muy posiblemente sea la próxima gobernadora del estado?.
Nadie debería apostar a que después del 5 de junio, si es gobernadora electa, Mara vuelva a ser otra vez tan “comprensiva” con sus adversarios más acérrimos.
Entonces, la disyuntiva es complicada. Si no endurece y hace más sólido su discurso, no podrá diferenciarse de su rival. Y si lo hace, puede terminar la campaña como enemiga y no como adversaria, y muy posiblemente ni aun así le alcance. Un escenario sin duda complejo.
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LO QUE VENDRÁ
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Para los próximos días se esperan desprendimientos importantes desde la alianza PAN-PRD-CPQ hacia la 4T. En el entorno de Mara operan por sí mismos algunos de esos desprendimientos. La candidata de la 4T no quiere dejar nada librado al azar.
Hay también, debe decirse, algunas dudas en ese equipo. Nadie tiene muy en claro quién va a ser el encargado de amalgamar ese variopinto armado político electoral que rodea a Mara. Hay, mas allá de morenistas, verde ecologistas y alguna petista, desde priístas y perredistas, hasta felixistas, villanuevistas y neojoaquinistas. Y un largo y difuso etcétera.
Todos se venden como imprescindibles, y nadie quiere trabajar para otros. Un ejemplo: fue casi graciosa la extensa lista de quienes se atribuyeron la operación del multitudinario evento de Chetumal. Y, todos sin excepción, dijeron que lo hicieron solos, sin ayuda de nadie. Otro ejemplo: la lista de quienes están “confirmados” como coordinadores de campaña de Mara es casi tan extensa como la de candidatos a diputados.
Un digresión sobre la versión que ha circulado mucho estos días, que dice que Cristina Torres sería la coordinadora de campaña. Es muy difícil que así sea; seguramente ese lugar será para alguien de la 4T.
Sin embargo, mas allá de nombres propios, lo importante es encontrar a quien pueda equilibrar los intereses de esos grupos en torno del interés superior, que es ganar el 5 de junio. Hasta hoy, Mara ha sido el ordenador natural de ese desorden. Pero la falta de organización y de una línea de mando operativa, nunca son buenas noticias para una campaña electoral.