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Hugo Martoccia
El análisis de esta columna es una cuestión de números, candidaturas y acuerdos, y divisiones internas. En esos tres rubros se concentra toda la atención de los partidos opositores a MORENA y la 4T, para ver si tienen alguna posibilidad real de ganar la gubernatura en 2022.
Hasta ahora, ninguno de los tres elementos les da demasiadas posibilidades. Los números son, hasta hoy, muy favorables a MORENA; el partido de AMLO es el único que tiene candidatos fuertes, y las divisiones internas no le han hecho mella a la 4T.
Con esos datos, se podría decir que MORENA es el destino político inevitable de Quintana Roo. Pero la política, y mucho más las elecciones, nunca son tan lineales ni predecibles.
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NÚMEROS
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Las encuestas que se han mostrado hasta este momento dicen todas más o menos lo mismo: MORENA está cerca del 45% de intención de voto, y tiene hasta 20 puntos más que una alianza PAN-PRI-PRD.
Pero hay un dato que hay que tener muy en cuenta: en las encuestas, a MORENA lo lleva hacia arriba la figura de Andrés Manuel López Obrador. Pero, en el caso del estado, los números reales de las elecciones locales dicen que esos apoyos a AMLO no se trasladan todos a la 4T.
Veamos números reales.
En 2018, el Presidente sacó el 60% de los votos en Quintana Roo, pero en la elección de Ayuntamientos, entre MORENA y PT, lograron alrededor del 44.5%, con unos 320 mil votos.
En la atípica elección de diputados locales de 2019 (sólo votó el 22% del padrón) MORENA-PT y Verde lograron poco más de 104 mil 400 votos, que fue exactamente el 40% de la votación.
El pasado 6 de junio de este año, en la elección de Ayuntamientos, esos tres partidos, a los que se sumó el MAS, alcanzaron 240 mil votos, el 41% de la votación.
Como se ve, hay un piso y un techo muy cercano en los partidos de la 4T, que va del 40 al 44%, que si bien lo hacen ser la principal fuerza política, también deja en claro que hay entre un 55% y un 60% de quintanarroenses que no votan por los candidatos del Presidente en el estado.
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CANDIDATURAS Y ACUERDOS
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La lógica diría, entonces, que una coalición amplia contra la 4T podría ganarle la gubernatura, o al menos disputarle la elección seriamente. Pero se requiere de algún tipo de alquimia electoral para que esos votos no se dispersen, porque si no van juntos y se dividen en diversas opciones, terminan ayudando al lopezobradorismo.
Según los datos de la última elección, la alianza PAN-PRI-PRD y Confianza tuvo alrededor del 31.8% de los votos, contra el 41% de la 4T, como ya se dijo. El PAN tuvo el 15.9%, el PRI el 10.5%, el PRD el 3.9%, y Confianza el 1,5%. Con eso, evidentemente, no alcanza.
Luego está Fuerza por Mexico, con el 10.7%, y Movimiento Ciudadano, con el 4.9%. Y entre el PES, RSP y los independientes, sacaron el 7,5% (esos partidos ya no van a estar en 2022) En ese bloque, entonces, están los votos que necesita el oficialismo estatal para ganarle a la 4T.
Pero no es tan fácil.
Fuerza por México es un partido vinculado al senador de MORENA Ricardo Monreal. Casi seguramente será el destino electoral de Marybel Villegas si MORENA no le da la candidatura a gobernadora. Si se diera el caso de que Marybel se una al bloque panista, los votos de ambos extremos alcanzarían para ganarle a la 4T, porque sumarían un 42.5%, de acuerdo a la elección del 6 de junio. Pero esa alianza es muy difícil de lograr, por razones diversas.
El MC, por su parte, tiene un proyecto para duplicar su porcentaje y llegar al 10% de los votos en 2022. Para hacerlo, podría convencer a una parte de ese 7.5% que se va a quedar huérfano en 2022. Pero la cuestión es para quién va a trabajar.
El partido puede llegar al número objetivo por dos vías. La primera es un acuerdo con la 4T, para que desde ese sector se apoye al candidato del MC, quitándole votos a los otros partidos (sería fundamentalmente una cuestión de financiamiento) Así, el 41% de la 4T más el 10% del MC, harían imposible que el otro bloque gane.
La segunda vía para el MC es la contraria: un acuerdo con el bloque del panismo, e intentar poner a un candidato que sea morenista (quizá alguien que no haya logrado la candidatura por ese partido) para que los votos se los reste a la 4T. Si alguien divide al lopezobradorismo, y queda abajo de 40 puntos, se le puede pelear la elección.
En ese punto punto del análisis aparece el PRI. En MORENA, por su puesto, quieren que el PRI vaya sólo a la elección. Creen que con un buen candidato podría superar el 10.5% que tuvo en esta elección, y así asegurar el triunfo de MORENA. A cambio, el tricolor podría comenzar su refundación, si eso es acaso posible. Por supuesto, en el otro bloque quieren que el PRI sea parte de la alianza para enfrentar a la 4T .
Como se ve, la danza de números le da alguna chance a la oposición al lopezobradorismo, pero acá viene otro problema, que es quien podría ser candidato/a de ese bloque. Hasta hoy, ninguno de los nombres que se han dado a conocer genera un gran arrastre. Ni siquiera el de Marybel.
Y sin candidato/a, no hay alquimia electoral que alcance.
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DIVISIONES
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Este sábado, llamó la atención la información de que la diputada federal electa Anahí González podría buscar la candidatura a la gubernatura por MORENA en 2022. La información apareció en un mal momento, y genera dudas con respecto al proyecto de Mara Lezama, donde se supone que milita Anahí.
Si bien entre los aliados de la alcaldesa desmintieron con demasiado ahínco la versión sobre Anahí, la realidad es que esa versión sale del entorno de la propia diputada electa, y ese entorno incluye nada más y nada menos que a Rafael Marín. Aunque sea por reflejos políticos, el marismo debería tomar en cuenta esos datos objetivos antes de negar la realidad o esconder la cabeza para no verla.
Hasta ahora, no ha quedado claro si lo de Anahí es una versión sólida, un intento de medir el escenario, o una idea trasnochada de alguien. Pero lo cierto es que la versión ahí está y genera dudas y confusiones, y da la idea de que podría haber divisiones en MORENA.
Más allá de ese potencial problema, también están los nombres de la propia Marybel, José Luis Pech, Luis Alegre y Marciano Dzul, que si bien han llevado este pre proceso electoral en paz, no se descarta que las cosas puedan ponerse más intensas a medida que se acerque la fecha crucial. Si MORENA se divide, los otros ganan.
Pero para todo hay otra versión. En el morenismo dicen que Anahí es disciplinada, y sabe que ahora su destino es apoyar a Mara, porque es la orden que baja de Palacio Nacional. También aseguran que los otros actores políticos mencionados (excepto Marybel) a la larga terminarán todos de acuerdo. Lo fundamental es que gane la 4T.
Juan Domingo Perón, tres veces presidente de Argentina, y fundador del peronismo (partido que ganó 6 elecciones presidenciales más, y hoy gobierna el país) solía repetir una frase que quizá sirva para esta ocasión.
Decía Perón:
“Los peronistas somos como los gatos. Nos oyen gritar y creen que nos estamos peleando. Pero en realidad nos estamos reproduciendo”.
La pregunta sería: ¿MORENA Quintana Roo se está peleando? ¿O se está reproduciendo?.