Hugo Martoccia
Una sentencia de la Sala Superior del TEPJF para forzar la paridad de género en el Congreso de la Unión, dejó al descubierto, sin querer, la enorme influencia política que el líder nacional del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez, tiene en Quintana Roo.
La modificación que los magistrados ordenaron para que haya paridad de 250 diputados por cada género, propició que el Verde quedara con tres diputados federales en el estado, y MORENA sólo con dos. El dato es en sí mismo una revelación: para Quintana Roo, el Partido Verde es su mayor representación en la Cámara de Diputados.
La decisión de la Sala Superior también es en sí misma un tema polémico, porque empezó discutiendo una cosa y terminó resolviendo otra, y dejó en claro que los escritorios tienen cada vez mas relevancia ante las urnas en las elecciones en México. Pero en el caso del Estado, el tema es político.
Aunque en la pasada elección del 6 de junio MORENA aportó 3 de cada 4 votos de la coalición Juntos Hacemos Historia, sólo tendrá el 40% de los diputados federales quintanarroenses. ¿Por qué puede suceder algo así? ¿MORENA no sabe negociar? ¿Está “entregado al Verde”, como dice el sector radicalizado e irracional del marybelismo? No, no es eso. Es una cuestión de acuerdos políticos. Mejores o peores, pero sólidos acuerdos al fin.
Tomando en cuenta lo que se viene (el casi seguro triunfo de MORENA y Mara en 2022, y la consolidación del poder de Jorge Emilio) sería bueno explicar todo el proceso para que quede claro, y saber hasta dónde puede llegar el poder del Niño Verde.
2018
En septiembre de 2018, cuando asumió la LXIV Legislatura Federal, MORENA llegó con 247 diputados. Le faltaban 4 para lograr la mayoría absoluta y tener el control de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) por los tres años. Ese control era oro puro, y esos diputados que faltaban se los dio el Verde Ecologista.
5 diputados del PVEM se pasaron a MORENA y le dieron al partido de AMLO nada más y nada menos que el control total de la Cámara de Diputados por tres años. ¿Alguien pensó que eso no se iba a cobrar? Un dato no menor es que en ese grupo de diputados verde ecologistas que se convirtieron en morenos estaba Ana Patricia Peralta de la Peña, más conocida como Ana Paty Peralta, la suplente de Mara Lezama en el próximo Ayuntamiento de Benito Juárez. Ese ayuntamiento también tendrá un síndico verde: Pablo Bustamante.
Esos datos son muy relevantes por varios aspectos, pero hay uno fundamental y que parece que increíblemente a veces se escapa a la hora de los análisis políticos locales: Jorge Emilio no le entregó esos diputados a MORENA porque estaba enamorado de las ideas de la 4T. Lo hizo porque, por tercer sexenio consecutivo, quería ser aliado del poder de turno. Y, en este caso, contaba con un instrumento de negociación poderosísimo: el control total de la Cámara para MORENA.
Para el caso del estado, eso generó un problema particular. En el mundo político quintanarroense se dice que es difícil negociar con Jorge Emilio, por que mientras los demás mueven fichas en todo el país y negocian nacionalmente, el líder verde ecologista pone toda su atención en muy pocas prioridades: una de esas es Quintana Roo.
O sea, cuando Jorge Emilio comenzó a cobrar su apoyo a MORENA en San Lázaro, su moneda de cambio fue en gran parte Quintana Roo. Los tres diputados federales y la enorme influencia en Benito Juárez es parte de ese acuerdo.
Volviendo al inicio del razonamiento, no es que haya una “mano negra” detrás de estos acuerdos, o que sean de Mara o de algún otro político. Son acuerdos que se toman en Palacio Nacional y bajan en sobre cerrado, sin posibilidad de discusión. El que no entiende eso entiende muy poco de lo que está sucediendo en México.
Por eso es tan enorme e inexplicable el error político que cometió la senadora Marybel Villegas el día que no le dieron la candidatura a la alcaldía de Benito Juárez y decidió enfrentarse al Verde Ecologista.
Marybel, por enojo o falta de visión, puso ese tema sobre la mesa, y luego sus aliados más radicales (algunos de ellos apenas militantes facebookeros sin peso social alguno) difundieron esa información errónea y tergiversada hasta la exageración, y hundieron a su jefa política.
Hoy, esa es una de las principales causas por las que Marybel no será candidata de MORENA en 2022. El marybelismo nunca entendió que no se estaba oponiendo a Jorge Emilio, a Mara, a Mario Delgado o al delegado Oscar Cantón; se estaba oponiendo a Andrés Manuel López Obrador y a su control legislativo. Así de grave.
La política suele ser impiadosa con quienes tienen esa clase de errores de visión y de concepto. En el caso de Marybel, prácticamente la dejó sin futuro electoral en MORENA.
LO QUE VENDRÁ
Pocos lo saben, pero hubo algún cortocircuito entre Mara Lezama y Jorge Emilio cuando se decidió que Ana Paty sería la suplente de la alcaldesa. Mara no tiene problemas personales con Ana Paty (tampoco es, debe decirse, alguien a quien ella le hubiese dado su suplencia) pero en ese momento específico entendió que no era bueno salir a la campaña cargando tanto peso verde ecologista.
La historia de cómo se inscribió el nombre de Ana Paty en la planilla es toda una demostración de hasta dónde llegan los acuerdos que aquí se han intentado explicar. Hasta minutos antes de presentar esa planilla ante el Ieqroo, estaba inscrita Anahí González como suplente de Mara. De repente, llegó una orden de anotar el nombre de Ana Paty. Como ya se explicó, no fue una opción ni una sugerencia, sino una orden, y esa fue la planilla que llegó al Ieqroo.
Al fin, Mara lo aceptó, se pusieron sobre la mesa las diferencias, y todo siguió su rumbo. Pero superada la campaña, el problema es ahora el futuro. Mara ha dicho, una y otra vez, que la administración que viene va a ser más MORENA y menos ciudadana, y que va a ser suya hasta el último día del trienio, aunque ella se vaya para ser gobernadora.
Los cambios de gabinete que habrá para este segundo periodo (y habrá varios) van en ese sentido. De todos modos, la posibilidad de un conflicto no parece importante: si Mara fuese gobernadora nadie se imagina a Ana Paty Peralta confrontándola desde Cancún. Ni a Jorge Emilio, que ingresaría a ser un factor clave en el próximo sexenio de poder.
Y ese es quizá el punto central y más importante de todo lo que viene. ¿Hasta dónde llegará la influencia y el poder de Jorge Emilio? Nadie lo sabe realmente. El líder verde ecologista tiene tentáculos políticos en todas las mesas donde se deciden cosas importantes en México. Y, al menos hasta hoy, su lugar predilecto para negociar con la 4T es Quintana Roo.