Desde hace semanas, varios actores políticos de diversos partidos han escuchado una frase que se atribuye a Mara Lezama. “Vamos a pintar de guinda el estado”, dice esa frase. Las palabras ha llamado la atención en todas las esquinas políticas porque no saben si es una instrucción, un deseo o una necesidad retórica.
Los aliados de la 4T, el Verde y el PT, miden esas palabras de forma diferente. El PT puede verlo hasta como una amenaza de que quieren sacarlo de la jugada. Para el Verde es más bien una muestra de efusividad sin demasiado impacto en la realidad. Ellos son, en los hechos, el único partido que realmente crece en el estado desde la llegada de la 4T; los números lo dicen y creen que eso seguirá mejorando.
Tomada literalmente, la frase puede ser una fundada preocupación para los actores políticos fuera de MORENA. Pero para algunos, esa frase debe ser puesta en contexto. No está destinada hacia afuera de MORENA sino hacia adentro. La necesidad retórica de la que se hablaba.
El tema, de fondo, parece aludir a cómo quedará el mapa del estado en 2024. Mara no lo quiere pintado de Verde, pero para eso debe tomar algunas decisiones nada fáciles, porque irían contra acuerdos que es muy complejo desarmar.
EL VERDE Y EL MAPA
En cualquier mesa de análisis, cuando se tiran los nombres de posibles candidatos para la elección de 2024, se ve que la 4T tiene chances reales de ganar los 11 ayuntamientos. No significa que eso vaya a suceder, pero tiene posibilidades concretas.
Ahora, imaginemos un escenario muy viable, que también es parte de varios análisis. Ana Paty Peralta repite en Cancún; Blanca Merari en Puerto Morelos; Juan Carrillo va por su revancha en Isla Mujeres; el “Chepe” Contreras se convierte en Verde en Bacalar para su reelección; Renán Sánchez se hace de la candidatura en Cozumel; Estefanía Mercado hace lo propio en Solidaridad y Diego Castañón va por su reelección en Tulum. Este sería un primer bloque de candidatos.
A eso habría que sumarle, por otro lado, las posibles reelecciones de Mary Hernández (Carrillo Puerto) Yensunni Martínez (Othon P. Blanco) Erick Borges (José María Morelos) y Emir Bellos (Lázaro Cárdenas).
Un observador objetivo diría entonces que el Verde tiene opciones concretas de ganar 7 municipios en 2024, porque de una u otra forma, todos los nombres citados en el primer bloque de candidatos tienen que ver con el partido del Tucán.
De suceder eso, sería prácticamente un hecho la premonición de Jorge Emilio González Martínez en el sentido de que en 2027 el Verde gobernará Quintana Roo.
El mapa del estado quedaría pintado de Verde y no habría muchos argumentos para oponerse. La progresión sería más o menos así: el Verde pasó de 4.7% a 22% de los votos entre 2021 y 2022, y entre 2021 y 2024 pasaría de gobernar 1 a 7 municipios. El paso siguiente, naturalmente, sería el Estado.
MORENA Y EL TERRITORIO
Hay quien dice que simplemente eso va a pasar, porque es el acuerdo que hay entre MORENA y el Verde. Y, más allá de las palabras, en los hechos los acuerdos se han cumplido siempre a favor de Jorge Emilio.
Hay también una versión diferente que fue ya publicada en esta misma columna, y que apunta a que Mara ha dicho que quiere recostarse más sobre MORENA, y que ese 22% del Verde no volverá a suceder. Pero aun así, hay que ver qué hacer con los candidatos vinculados a ese partido.
El caso Tulum mostró algo de esa última versión. Luego del fallecimiento de Marciano Dzul, hubo varias idas y vueltas sobre la sucesión y el reacomodo del Gabinete. Mara se metió directamente en esa sucesión y ordenó las cosas. Lo primero que hizo fue decirle al alcalde Diego Castañón que el camino es con MORENA.
Había ciertas dudas sobre la posible pertenencia de Castañón al Verde. La realidad es que tiene amistades en ese partido, pero no milita. La gobernadora, sin embargo, no se frenó en nimiedades. Simplemente le dijo que hay que mantenerse en el color guinda, más allá de relaciones o acuerdos previos.
Luego de eso, la primera reunión política de Diego Castañón fue con la dirigente de MORENA, Johanna Acosta, y con Mary Hernández. En MORENA, sin embargo, esperan otras señales concretas que tengan que ver con apoyos, liderazgos locales y estructuras. Pero al menos ya se dieron los primeros pasos.
Otra señal a favor de MORENA surgió en Solidaridad. Hay una evidente movida de la Secretaria de Gobierno, Cristina Torres, en el municipio. Desde hace unas semanas se ha activado tanto la funcionaria como su estructura, y podría ser una alternativa a la candidata del Verde.
Y, más allá, hay un relato instalado para decir que la pelea de Cancún es entre tres mujeres “de MORENA”: Ana Paty, Anahí González y Marybel Villegas, desligando por completo a la primera del Verde.
A esos tres “esfuerzos morenistas”, se le puede sumar alguna operación en Isla Mujeres o Bacalar para que domine el guinda sobre el Verde, pero no mucho más. Parece que, como sea, el partido de Jorge Emilio va a predominar en el mapa, y MORENA sólo podría disimular modificando un poco algún color. Pero de fondo nada cambiaría.
Pero la verdadera bronca morenista ante esta situación es que el territorio es de ellos. Para decirlo con todas las letras: para ganar la elección hacen falta los votos de MORENA. Entonces, los morenistas se preguntan porqué hay que poner candidatos del Verde si los votos son de MORENA.
Para esa queja, hay quienes tiene una respuesta clara: dicen que abajo, en la calle, puede haber dudas; pero arriba, en la cúpula, el acuerdo entre MORENA y el Verde está muy firme y no va a cambiar.
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PT, EL TERCERO EN DISCORDIA
La supuesta frase de Mara sobre pintar el estado de guinda, o su variación hacia un color más bien Verde, pega directamente en el tercer integrante de la 4T, el Partido del Trabajo.
Esta semana La Opinión publicó que la coordinadora de ese partido en el Senado, Geovanna Bañuelos, advirtió que podrían ir solos en algunos estados en el 24. Y la palabra de la senadora tiene peso propio en el PT. En esa declaración, por ejemplo, era nada más y nada menos que la encargada de responderle al dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado.
La senadora tiene serias dudas sobre la alianza en Quintana Roo. Los “encantos políticos” de Mara nunca han alcanzado a Geovanna. La gobernadora es capaz (y eso es una virtud política inestimable) de hacerles creer a todos que son especiales para ella, y que los tiene en un lugar diferente al de los demás. Pero Geovanna se centra más en los números y los nombres que en las palabras, y no tiene allí evidencias convincentes de que el PT sea tratado como un aliado real en el estado. Y así se lo ha dicho a Mara.
De hecho, en 2021, Geovanna fue la primera que puso el nombre de Marybel como posible candidata del PT. Lo hizo en una reunión ante Citlalli Hernández, de MORENA, y Manuel Velasco, del Verde, de la cual La Opinión dio cuenta. (Ver abajo)
Eso fue antes de la elección de 2022, pero esa elección no mejoró las cosas. La alquimia electoral que se realizó en la 4T (que se hizo, debe decirse, en una oficina antes de las urnas), que fue la que le dio los 22 puntos al Verde, tenía que nutrir también al PT. Pero este último sólo logró un 3% en ese reparto.
Para el PT la operación fue insuficiente: dicen que esa alquimia “les dio” el 3% que ya tenían. O sea, no les dio nada. Y creen, con razones, que a ese paso, la próxima alquimia electoral será para dejarlos sin registro.
¿Ese descontento será suficiente para que se vayan solos? Es prematuro decirlo aún. Pero difícilmente el PT se quede como un espectador de piedra viendo cómo sus aliados se reparten todo el pastel. O cómo, en el peor de los casos, directamente operan para su desaparición.
LOS ALIADOS INCÓMODOS
Todo el escenario antedicho, de por sí complejo, tiene incluso artistas más difíciles de asimilar. La más evidente y perniciosa es la alianza con Carlos Joaquín. En el entorno del ex gobernador ni se inmutan con los pronósticos electorales de MORENA.
Aseguran que van a volver a ganar en Solidaridad con Lili Campos, porque eso parte central del acuerdo político de su jefe con la 4T. E incluso van mucho más allá, y dicen que en su acuerdo con Jorge Emilio, que es paralelo al de MORENA, ya se incluyó “en la tarifa” que Carlos Joaquín será candidato a senador en el 2024.
Sería interesante ver a MORENA levantarle la mano al ex gobernador, y explicar su candidatura. Por supuesto, no sería nada nuevo. La pasada Legislatura local lo aplaudió de pie; la actual no revisa la corrupción que dejó, y el Senado aceptó hacerlo Embajador. MORENA no se pone colorado para dejar de lado sus principios cuando hace falta.
Alrededor de Mara Lezama descartan todas estas dudas y especulaciones, y dicen que la coalición se va a mantener más o menos en los mismos términos que está, pero que siempre va a predominar MORENA.
Pero nadie descarta otra sorpresa. Y la realidad dice que en estos años de 4T, cada vez que ha habido una sorpresa política o electoral en el estado, los ganadores han sido Jorge Emilio o Carlos Joaquín.