El marcelismo caribeño está envalentonado.
Toda vez que están en los bombos de las candidaturas cuatroteístas, los marcelistas “ya se ven”.
Pero, tampoco van por premios de consolación, reintegros o repeticiones.
El contexto es que hay una negociación de alto nivel para la permanencia de Marcelo Ebrard en Morena y debe de reflejarse en la listas de candidaturas de todas las regiones del País.
Y, los marcelistas caribeños van por, nada más y nada menos, candidaturas federales.
Obvio, que algunos se han puesto muy nerviosos, sobre todo los que han hecho méritos con caravanas, genuflexiones y selfis, muchas selfies.
Pero, las reglas cambiaron.