Uno de los errores políticos garrafales de Carlos Joaquín, fue su rápido deterioro de su vínculo con los chetumaleños.
El ahora aspirante a Embajador de México en Canadá tuvo en Othón P. Blanco su principal reserva estratégica de votos, que le permitió ganar la gubernatura pese a que la alianza PRI-Verde se impuso en Benito Juárez, que en ese entonces el municipio ya concentraba más la mitad de los votos de Quintana Roo.
Sin embargo en otro de los despropósitos del staff político del anterior gobierno, paulatinamente se generó un desencanto hacia el neojoaquinismo.
El ex gobernador acabó repudiado en la capital ante la enorme expectativa que había generado la oferta del gobierno del cambio.
Si bien nadie aprende en cabeza ajena, Mara Lezama ha tenido como prioridad de prioridades a los chetumaleños. No solo reunió en su gabinete a un importante conjunto de políticos locales sino que además se muestra en redes sociales “viviendo la vida al estilo Chetumal”.