Más que inseguridad, el daño al medio ambiente y la desigualdad, la asignatura número 1 de Mara Lezama es el combate a la corrupción.
Precisamente, Andrés Manuel López Obrador se legitima día a día al presentarse como un presidente honesto y con principios, además que todos los días enfrenta (al menos en “La Mañanera”) la corrupción y los abusos de los poderosos del pasado y del presente.
Se entiende que en la campaña Mara Lezama tuvo que sumar a quien sea, incluidos connotados impresentables, ante el riesgo de que terminaran a lado de Movimiento Ciudadano o de Laura Fernández.
Pero, esa etapa ya pasó y Mara además ganó con amplio margen. En este triunfo tuvo mucho que ver asumir el discurso lopezobradorista de la hoy Gobernadora electa.
Mara no sólo no puede ni debe incluir a su equipo de colaboradores a impresentables, e incluso en su lista de acciones inmediatas debería de estar la de promover denuncias contra algunos de estos personajes.
La legitimidad de Mara pasa obviamente en tolerancia cero la corrupción y, por supuesto, combatir la impunidad.