La candidata Estefanía Mercado perdió el control.
En su freática estrategia de guerra sucia, la candidata PVEM-Morena deslizó que Lili Campos, del PAN-PRI está relacionada al homicidio de un activista morenista en Playa del Carmen.
Es decir, está medrando políticamente con la muerte de uno de sus compañeros políticos, en el contexto de la estrategia ultraderechista de catapultas de lodo. No solo se retrasó más de 14 horas en expresar públicamente sus condolencias por la muerte de su colaborador, sino que además está usando esta tragedia para pepenar votos.
Esta acusación solo viene a sumar a la estrategia de guerra sucia de Estefanía, y sus asesores verdi-borgistas.
Se entiende que una campaña es de contrastes y se vale subrayar las deficiencias del adversario, pero el principal instrumento de campaña la verdi-morenista ha sido la “máquina del fango”.
Incluso, dentro del plantel verdi-morenista se ha advertido que esta estrategia de lodo ha sido contraproducente. Pero, Estefanía ha desafiado al sentido común e insiste en hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.