Agencias
CANCÚN.- El Comité de Víctimas del 9N cerró sus actividades con un concierto en la explanada del Palacio Municipal de Benito Juárez, lugar donde hace un año fueron atacadas a balazos mientras protestaban por el feminicidio de Alexis; balazos que fueron hechos por policías municipales y estatales, quienes han gozado de total impunidad y protección del Estado durante todo este año.
La plaza de la Reforma en el palacio municipal de Cancún, se llenó de luces, de baile y música, para recordar como hace un año en ese mismo lugar, muchos y muchas fueron víctimas de la policía que juró proteger a la ciudadanía, de esa policía que en lugar de responder con trabajo y eficacia ante la delincuencia; respondieron con balas ante manifestantes que solo pedían justicia.
María Oronzor fue la encargada de dirigir unas palabras a los asistentes a este evento, el cual fue organizado para recordar la represión del 9N, para recordar que ese hecho sigue impune y que las víctimas, siguen siendo revictimizadas por el mismo gobierno.
“Hace 365 días tomé el valor por primera vez de salir a protestar en nombre de Alexis, su cara me era familiar, y es que esa rebeldía, esa autenticidad me recordaba tanto a mi sobrina, y pensé ¿Qué nos exenta a nosotras de vivir violencia, de ser asesinadas, violadas y embolsadas? Si cada rincón de esta ciudad está repleto de estas violencias, supe entonces que la siguiente siempre puedo ser yo, o mi hermana, o mi amiga o mi madre o mi vecina, no, nadie está exenta y todas vivimos con miedo a cada segundo, muchas, incluso en su propia casa. Agarré mi cubre bocas, mi valor, y mi ronca voz y salí a pedirle cuentas al gobierno. El resultado, la represión más violenta en la historia de Quintana Roo, dónde cómo dice la presidenta municipal NO LES TEMBLÓ LA MANO y nos balacearon, torturaron, violentaron sexualmente, privaron de la libertad, nos escupieron y nos quisieron quitar nuestro derecho a Gritar y a exigir. En esta misma plaza de este ya tan conocido palacio de la impunidad, fui torturada sexualmente, el mensaje era claro. Cállate perra, decían, esto te pasa por puta revoltosa. Me escupieron, me patearon y me arrastraron como una perra, decían ellos.
Y entre voz cortada pero fuerte, les repetía que tenía derechos humanos, y ellos solo golpeaban más fuerte y me repetían aquí los derechos humanos valen verga. A esto le siguieron meses de profunda ansiedad, miedo, pesadillas, desvelos, re victimización, medicamentos controlados e impunidad.
No solo eso, sino de la traición por parte de nuestros primeros abogados que lo único que querían, era colgarse de nuestra lucha para sus intereses personales. Muchas compañeras, se aliaron al gobierno represor, y dieron la espalda a sus compañeras de contingente” expresó.
Entre lágrimas, las otras víctimas de ese fatídico día, escucharon a su compañera de batalla, recordando lo que vivieron el 9 de noviembre del 2020, cuando la policía abrió fuego a discreción contra civiles, dejando a tres lesionados con arma de fuego, otros tantos golpeados y varias jóvenes vejadas.
“Hoy, no olvidó el terror que sentí hace un año, no perdono a quienes ultrajaron nuestros cuerpos. Pero hoy, hoy celebro nuestra vida, celebro nuestra felicidad, celebro rodearme de este maravilloso comité organizador, y de cada persona que se ha sumado a este movimiento contra la impunidad, algunos desde el día cero, otros en el camino, otros muchos el día de ayer y seguramente algunos el día de hoy. Hoy puedo llamar hermanas a las compañeras que hace un año a esta hora, seguían siendo desconocidas. Las nombraré en cada espacio de lucha para que nuestra voz, y nuestra historia sea visibilizada, para que este, no sea solo un caso aislado. Este grito va por los cientos de víctimas de la represión, todos los que corrieron por sus vidas, nosotros corrimos con menos suerte, esto va por Karen, por Quetzaly, por Wendy, por Lennis, por Anette, por Paola, por Alice, por Gloria, por Cecilia, por Abel, por Roberto y por mi leal compañero Julián, pero aun más por mi, María, la chica pacifista que fue por primera vez a protestar y fue abusada sexualmente. Pero que en esa misma noche, encendieron la llama de la digna rabia, un año después, no soy la misma y hoy lucho… ¡hasta que la dignidad se haga costumbre, porque nuestra venganza es ser felices! Ni perdón, ni olvido” enfatizó.
El concierto continuó sin contratiempo y ahora, el Comité de Víctimas del 9N prepara una gira por Europa de la mano de Amnistía Internacional, para dar a conocer la impunidad que se vive en Cancún y en el estado de Quintana Roo, en donde las víctimas son revictimizadas por el propio aparato de justicia y sus victimarios, gozan de protección total.