Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que al final de su gobierno se pueda dar un levantamiento social armado como el que se presentó a principios de 1994, cuando irrumpió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Remarcó que pese a que hoy no hay buena relación, esto no significa “ruptura”.
Interrogado en la mañanera sobre si prevé que pudiese darse un escenario como el de aquel 1 de enero de 1994, el mandatario federal respondió: “Ya no son las mismas condiciones, son otras completamente distintas”.
Esto porque, consideró que su administración tiene el respaldo de la gente en todos los lugares del país, inclusive hasta en la comunidades más apartadas “se le tiene mucho respeto al gobierno nuestro. La gente ve como suyo este gobierno, porque es el único gobierno en muchos años que los ha atendido, que los ha volteado a ver (…) Eso hace distinto todo, completamente distinto”.
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Indicó que hoy, en Chiapas, donde reconoció que hay grupos de la delincuencia que están generando condiciones difíciles, se han aplicado los programas sociales, y éstos llegan incluso a comunidades zapatistas, pese a las diferencias, aseguró.
“Con la gente se está trabajando en las comunidades de Chiapas, y muchos que simpatizaban y siguen simpatizando con el movimiento zapatista están trabajando con las organizaciones que promueven los Programas de Bienestar. Pero no hay ruptura, no hay ninguna comunidad zapatista donde no se pueda trabajar, es muy buena la relación con la gente, y de respeto”.
Por ello, enfatizó que no prevé que se pueda presentar algún levantamiento armado “ni cosas por el estilo”.
Rememoró que hace ya varios años se reunió en al menos tres ocasiones con el subcomandante insurgente Marcos —hoy Galeano— y junto al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra le plantearon, en una de esos diálogos, que no era conveniente un enfrentamiento armado, pues se corría el riesgo de perder vidas.
Sin embargo, posteriormente se manifestaron las diferencias, aunque, acotó, “yo respeto mucho lo que hicieron (el EZLN), no comparto el que no hayan participado en el proceso de transformación por la vía pacífica, que incluso hayan llamado a no votar por nosotros. Pero son concepciones de cada quien y somos libres”.
Con información de La Jornada