Por Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN. – Es la selva o mejor dicho lo que era, antes de que inicien los trabajos del Tren Maya.
Este punto de devastación señalado por ambientalista está a cinco kilómetros de la carretera federal y a unos 15 de la carretera El Tintal, primer sitio en que las máquinas tumbaron miles de árboles que abrieron brecha para el Tren Maya.
Como un depredador que devora a la madre naturaleza, así opera Grupo México. Aquí en esta zona ya compraron los predios, y los que faltan seguro se los expropia Sedatu, afirman un par de expertos con muchos años de recorrer esta área.
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Los operarios de las retroexcavadoras Hyunday miran con desconfianza. Están a punto de concluir su horario laboral. Cae la tarde y un grupo de ciclistas va en busca de darse un chapuzón en un cenote. Quizá sea una de las últimas veces que lo pueden hacer.
Uno de los activistas detalla: Si el presidente recorriera a pie este sitio, le mostraríamos como el trazado del tren topa con la cueva “Pulpo”, el Mystyk Monkie, roza una alberca, el Wild Jaguar, dos pirámides, un adoratorio maya, y también con las cuevas conocidas como El Santuario de los Guerreros.
Tan sólo en este punto, añadieron, hay documentados con cámaras trampa unos 20 jaguares, que toman agua de los cenotes. El Tren Maya va a dividir en dos la selva como si fuera un muro, explicaron un tanto azorados.
“Lo que va a pasar es que al encontrar suelo cavernoso, ordenarán rellenar pero en algún momento, con las lluvias y con la humedad, va a ceder el piso con todo y tren. No hay manera. Eligieron el peor lugar”, comentaron.