Reyna Arceo lleva un buen trecho como encargada de vigilar el destino de los “dineros” públicos, tanto en el Gobierno del estado como en el ayuntamiento de Benito Juárez.
Aunque, la principal habilidad de la actual titular de la Contraloría Estatal, según testimonios de excolegas, es arreglar, cuadrar y hasta maquillar desordenes internos. Lo suyo no es perseguir funcionarios corruptos.
Hace algunos años, Reyna Arceo, como contralora del Ayuntamiento de Cancún, en el trienio de Carlos Cardín, tuvo a su cargo fincarle cargos a funcionarios de la anterior administración, presidida por Arturo Contreras. El desenlace fue trágico-cómico: El asunto acabó en los célebres “cheques de hule”.
Ahora, como contralora estatal, Reyna Arceo encabezó una rueda de prensa para establecer una especie de afectación al erario público estatal por siete mil millones de pesos, en el trance entre los gobiernos de Roberto Borge y Carlos Joaquín.
Lo que se pudo entender bien a bien es la aseveración de que la administración de Carlos Joaquín, funcionarios de segundo o tercer nivel, dolosamente, no recuperaron siete mil millones de pesos del cochinero que dejó Roberto Borge.
Te puede interesar: DAÑO AL ERARIO: Contraloría estatal denuncia omisiones de 7 mil mdp entre 2015 y 2017
No se trataría de casos “clásicos” de corrupción, como obras “infladas” o pagos a empresas “fantasma”. Sería algo más sofisticado.
Sin embargo, las acusaciones no alcanzan a Carlos Joaquín, hoy dentro de la 4T como embajador en Canadá. Los presuntos son funcionarios de segundo o tercer nivel. Ni siquiera se mencionó al excontralor, Rafael del Pozo.
Lo que da a entender la Contralora es que se perdieron 7 mil millones de pesos que debieron recuperarse. Pero, ahora deberemos de esperar si habrá otra rueda de prensa para saber lo que la Contraloría quiso decir.
Y, por cierto, la forma es fondo. No queda claro por qué en la rueda de prensa, Reyna Arceo se hizo acompañar del Fiscal Anticorrupción, Edgar Ramírez Morales. ¿No que esta Fiscalía es un organismo autónomo?
Lo único que quedó claro es que hay más dudas que certezas.