Por el Escrutador
“La ex candidata a la gubernatura Laura Fernández, tuvo dos crasos errores: confiar en sus coordinadores de campaña, entre ellos Antonio Sola, ahora al mando de la narrativa electoral de Lili Campos Miranda, quienes le auguró un cerrado pero posible triunfo electoral sobre Mara Lezama, y, en Filiberto Martínez, a cargo de su estructura electoral, que le vendió espejitos, por cierto carísimos, lo cual, la condujo a una derrota electoral estrepitosa”, enfatiza una amiga de este Escrutador y que labora en el Ayuntamiento de Solidaridad, quien agrega:
“Lo más raro de todo es que, ahora, ambos personajes están al servicio de Lili Campos Miranda, y ya están desplegando un amplio equipo de trabajo, disque para asegurarle su reelección, e inclusive Filiberto Martínez tiene la intención de acceder a un cargo de representación popular, y además es el encargado de palomear a los periodistas que son contratados por el Ayuntamiento de Solidaridad, con fines de proselitismo electoral ”.
Menciona que ahora quieren “fabricar” una imagen ad hoc en las redes sociales de Filiberto Martínez Méndez, como “El Arquitecto de la Renovación Política en Playa del Carmen”, como el “artesano político”, “consultor político que ha trascendido con sus cumbres mundiales de comunicación política”, cuando todos sabemos “que fue un pésimo presidente municipal, sobre el que había que indagar quién sufraga sus constantes viajes al extranjero, sus cumbres políticas, y cómo es que sus allegados forman parte de la administración pública municipal”, afirma.
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Señala que habría que investigar “sí a través suyo o de personeros, tiene contratos signados con el Ayuntamiento en relación con sus actividades de consultoría política, que se difumina en cursos, pláticas, análisis, diagnósticos, y todos esos esquemas, que tienen tufo de corrupción”, sostiene, esta persona, que dice conocer las malas mañas de este político veracruzano, que ha sabido vender espejitos a los políticos, y sobre todo, a políticas incautas, como Laura Fernández y varias joaquinistas.
“En donde es correcta la publicidad es cuando señala que es ´una mente política astuta´, ya que, es cierto, la política es astucia en el manejo de estrategias de disuasión y de marketing político, pero esa astucia se convierte en perversidad cuando se engaña a quien se le contrata, si no, pregúntenle a Laura Fernández, a quien Filiberto Martínez, la dejó viendo el espejismo de una desolada derrota electoral”, sostiene.
Finalmente, dice: “Ahí están los resultados electorales y el futuro incierto de Laura Fernández, y el halagüeño porvenir de Filiberto Martínez: seguir vendiendo estrellitas, ahora a Lili Campos Miranda, quien, al lado de Antonio Sola, son sus máximos operadores de su campaña electoral, que ya está echando a andar”.