Poco a poco, casi de forma inexorable, Quintana Roo se va quedando sin opositores y se consolida un “minirégimen” de partido único, o mejor dicho, de duopolio partidista.
Hay quienes suponen, en el cuatroteísmo caribeño, que es impropio, casi subversivo, establecer la necesidad de oposiciones fuertes, como si la democracia fuera un juego de matatena o de pirinola.
Ayer, con la renovación de los ayuntamientos, se marcó el retiro de Lili Campos, quien no tomó protesta como regidora de representación proporcional, a diferencia de sus antecesores que buscaron la reelección y no lo lograron, como la propia Laura Beristain, Cristina Torres y Filiberto Martínez.
Milagro electoral de Solidaridad
Hasta antes del 2 de junio, la ruta de Lili era reelegirse y ser candidata a gobernadora en 2027, en una alianza que tendría como eje al PAN. Sin embargo, la ahora exalcaldesa, que nunca quiso afiliarse a un partido, colisionó con una dura realidad. Estefanía Mercado, que apenas dos años antes enarbolaba al PAN y PRD, logró un escandaloso triunfo, obteniendo el 56.7 por ciento de los votos. Tres años antes, Laura Beristain, quien fue la candidata de Morena-PVEM-PT, apenas alcanzó el 28.3 por ciento. Casi un milagro electoral.
Lili parece estar corriendo la misma suerte que otra opositora: Laura Fernández. La expriista, exverde y experredista, luego de ser candidata a gobernadora y ser acusada penalmente durante su gestión como alcaldesa de Puerto Morelos, abandonó la política y, al parecer, el estado.
Paralelo a lo ocurrido con Lili, está la situación del veterano político Filiberto Martínez, quien fue coordinador de campaña de la entonces candidata del PAN-PRI y que, desde hace tiempo, había alzado la mano para ser gobernador. También en la etapa de proselitismo, trascendieron carpetas penales contra el priista, quien era el primer candidato a legislador local de representación proporcional en la lista tricolor. Aunque llegó al Congreso del estado, ha estado “sedita-sedita” y más bien parece el diputado 22 de la hipermayoría cuatroteísta.
Un solo carril
Otro caso notable es el de Roberto Palazuelos, quien también soñaba con ser gobernador, aunque su escala intermedia era ser senador, aunque fuera de primera minoría. El actor acabó en un tercer lugar y apenas superó el dígito. El segundo puesto fue para la panista Mayuli Martínez. Así, las aspiraciones políticas del actor para 2027 quedaron rotas.
Otros opositores, con aspiraciones un poco más modestas, también han quedado fuera de la escena política, principalmente por razones legales. El caso más reciente es el de Francisco Puc “Xiximac”, a quien un juez le impidió ayer asumir como regidor.
Rumbo al 2027, parece haber un solo carril.