Lili Campos se metió a regresar el balón y tratar de correr 100 yardas pero sin hombreras ni casco.
En la democracia prevalece el debate y a veces es rudo. Se vale.
Pero Lili Campos se metió sin blindaje a contestar al desafío planteado por el morenismo caribeño en Solidaridad, único municipio no cuatroteista de la entidad.
Pero, la alcaldesa playense no puede sola, ni aún teniendo como coach al comunicador político (el priista) Filiberto Martínez.
Más allá de los ataques estridente de la presidente estatal de Morena, Johana Acosta, se confirmó que no se puede ser oposición sin partido.
A Lili le falta un partido. No es posible entrar a una contienda en la indefensión política.
Lili optó por dar un paso atrás y no responder la contraofensiva morenista.
El siguiente paso es empezar a tener un partido.