Por: Jorge A. Martínez Lugo
El costo de hacer el trabajo negro para la alianza “Juntos Haremos Historia”. Cambio lateral de rumbo, en víspera de las campañas, que le ha salido caro mediáticamente a Mario Villanueva Madrid. Redes a favor, pero las más, en contra.
Hacer alianza con el mayor negativo de la campaña obradorista, en el estado más obradorista, para llevarlo a segunda fuerza estatal, y Jorge Emilio pueda superar el 4.7% de votación que tuvo en 2021 y convertirse en segunda fuerza o al menos en “bisagra” de la sucesión.
Fue una decisión de real política, calculada para avanzar, colocarse en una ruta ganadora, a pesar que muchos de sus correligionarios le han retirado simpatías, al menos a través de las redes sociales. Habrá su real recuento de daños.
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¿A quién debilita o podría debilitar un crecimiento del verde-villanuevista? ¿De dónde obtendría sus votos?
O al contrario: ¿A dónde se irán los votos de villanuevistas inconformes con esta versión de MVM?
También, hay un amplio espectro de indecisos, más que suficientes, para influir hacia alguna ruta.
Así, todas las fuerzas, grandes y pequeñas, evalúan cuál va a ser la dimensión que alcanzará la suma del partido más desprestigiado, en alianza con una fuerza local del sur, que está a punto de demostrar el verdadero tamaño de la salud política del villanuevismo.
El ingeniero Mario es una persona de retos y que asume riesgos. Su activismo ronda en el lindero de la legalidad, por su condición civil. ¿Hasta dónde sí y hasta dónde no, puede llegar una persona en su condición civil? ¿Hasta dónde llegan sus derechos humanos y políticos?
Entre Laura Fernández y José Luis Pech también habría un efecto negativo, quizá menor en Laura que en Pech. Se podría estar formando una especie de catalizador electoral, o equilibrador político, tanto en la campaña como en las negociaciones ya como gobierno.
QUINTANA ROO 2022, LABORATORIO NACIONAL PARA LA PRESIDENCIA 2024
Me comenta un personaje que respeto mucho de la política local, que hay esferas donde se plantea a Quintana Roo, por sus características, como un laboratorio para el proceso electoral presidencial de 2024.
En Quintana Roo 2022, como en ninguno de los otros cinco estados con elección, están actuando de una u otra manera, las fuerzas que se disputan la candidatura de Morena para la Presidencia 2024.
Testimonios sobran sobre la presencia política en el escenario quintanarroense de figuras como el conde de Cobián, Adán Augusto López Hernández, con quien todos quieren tomarse “la foto”.
El paisano querido de AMLO, despacha en las oficinas de donde salían todos los presidentes de México, hasta 1976, cuando se rompe este simbolismo. Quien habita el Palacio de Bucareli es hoy un aspirante natural, antes obligado, a la Presidencia.
AMLO: ENTRE MÚJICA Y AVILA CAMACHO
También se nota la presencia de Marcelo Ebrard a través del partido verde. También Claudia Sheinbaum, tiene sus propias redes entre mujeres y otras corrientes en el estado. Con Claudia, también todos quieren “la foto”.
A Claudia la pretenden comparar con Francisco J. Mújica, en la decisión sucesoria del presidente Lázaro Cárdenas, quien finalmente se decantó por Manuel Ávila Camacho. Claudia sería Mújica, entonces, ¿Quién será hoy, el Ávila Camacho?
“Todo lo sólido se desvanece en el aire”, escribiría el gran Marshall Berman, ya que las elecciones 2022 son inéditas en Quintana Roo y desconocemos aún el fondo de la trama, pero el inicio de campaña, empezará a develar algunos misterios y a esconder otros.
“La insoportable levedad del ser”, diría otro grande, Milan Kundera, con la certeza de que no todo está dicho, los acuerdos son momentáneos, transitorios, cumplibles o no.
Así, los reacomodos en Quintana Roo 2022, siguen hasta minutos antes del inicio de las campañas, pero continuarán a lo largo de ésta. Usted tiene la última palabra. Chetumal, 280322.
