Por: Jorge A. Martínez Lugo
*Hay simulación falta de respeto a la pluralidad, pero el pueblo ya despertó, advirtió la candidata a diputada federal en el D-4.
Hay un hartazgo ante la intención de pintar todo de un mismo color, pero en México y Quintana Roo son muy ricos y diversos.
Quieren regresar al pasado y mediante la simulación imponernos otra vez la “dictadura perfecta”, pero no se lo vamos a permitir.
Quien habla así es Martha Rodríguez, candidata siglada por el PRD en la alianza “Fuerza y Corazón por Quintana Roo” a diputada federal por el Distrito 4 con cabecera en Cancún.
No se dan cuenta que el pueblo ya cambió y que no somos iguales.
Traicionan los mismos principios que dicen defender y creen que la gente no se da cuenta que una cosa dicen pero hacen lo contrario.
Bien dicen que “Tonto es quien cree que el pueblo es tonto” remata.
En el Distrito 4 vamos a demostrar que Quintana Roo no es ni será de un solo color, como en los peores tiempos del viejo régimen; quieren imponernos una sola voluntad, como en la dictadura perfecta, pero el pueblo ya despertó, aseguró la candidata de oposición.
Ante vecinos que la reciben en sus casas, en los cafés, con empresarios, profesionistas y trabajadores del turismo, Martha percibe el coraje ante la simulación, el cinismo y la falta de respeto a la democracia y a quienes piensan diferente.
Quieren pintar todo de un solo color para seguir saqueando al estado, expresa.
Es una falta de respeto a la dignidad humana de un partido que se dice humanista, completó.
Estamos trabajando en el terreno real y la gente tiene coraje ante el engaño y la falta de compromiso de quienes llegan con una bandera que no es la suya y tampoco la sienten, aseveró.
Las elecciones se ganan en el terreno donde están los votos y no engañando a través de los medios y los robots digitales, advirtió.
Estamos en empate técnico en el Distrito 4 y vamos a marcar la diferencia el 2 de junio; en Quintana Roo va a despertar el tigre cívico en las urnas y vamos a demostrar que no somos iguales, remató. Usted tiene la última palabra.