Por: Jorge A. Martínez Lugo
Morena nació con perfil autócrata, creada por el caudillo político, a imagen y semejanza. La ciudadanía, harta del viejo régimen prianista, se le entregó a López Obrador en todo México y en Quintana Roo registra una de las más altas aceptaciones. En las recientes elecciones Morena llevó al triunfo, con una impresionante votación, a Mara Lezama, primera mujer que será gobernadora.
Pero como partido, no tiene visos de democracia. La cúpula que lo dirige a nivel nacional y en los estados, somete a sus intereses cualquier método de vida democrática interna. Un grupo hegemónico, excluye a los demás y relega a los fundadores.
Ya lo demostraron con las encuestas, único método en sus estatutos para elegir candidatos, el talón de Aquiles del sistema de partidos. Ahora lo refrendan en su proceso interno, con votación abierta, para elegir consejeros en los 300 Distritos del país, quienes, a su vez, serán congresistas nacionales.
En Quintana Roo, se dieron a conocer los resultados preliminares de la elección del 30 y 31 de julio; pero, se tardan más de diez días en contar unos cuantos miles de votos. La sospecha viene rondando.
CAMBIARÁN LOS RESULTADOS
Ahora, adelantan que esos resultados cambiarán; es decir, los alquimistas internos de Morena, ya habrán hecho su trabajo de zapa, para manipular la voluntad de quienes participaron en la elección interna.
Ahora, con desparpajado cinismo, pre-anuncian que los resultados serán otros, como para ir rebajando el impacto mediático; previniendo la andanada que vendrá, tanto adentro como afuera, en los medios y en la oposición, que tendrán materia para tundirle duro y bonito.
REZAGO LEGAL DE SIETE AÑOS
Morena está en pleno rezago legal desde hace siete años; no tiene, nunca ha tenido, dirigencias estatales formales; son solo delegados nacionales nombrados por dedazo desde la cúpula nacional, con funciones de presidentes o presidentas estatales.
A nivel nacional sólo el presidente y la secretaria general surgieron de un proceso estatutario. Es decir, Morena desde que nació en 2014, ha tenido dirigencias por nombramiento directo y es alérgico a la democracia interna.
A manera de consuelo: es un mal congénito que padecen todos los partidos políticos en el país, sin excepción. Morena “la esperanza de México” nació y actúa con la misma decadencia.
Pobre Morena, tan lejos de la democracia y tan cerca del autoritarismo, Pobre democracia de México y Quintana Roo. ¿Qué harán cuando el caudillo ya no esté en la Presidencia? Usted, tiene la última palabra.