-Quirúrgico deslinde; es contra el verde, no contra el guinda, en los colores de las tarjetas “Mujer es vida”.
Por: Jorge A. Martínez Lugo
Con la cuchara grande se están sirviendo los niños verdes de Quintana Roo al controlar los mil millones de pesos en programas del bienestar, emblema del lopezobradorismo, pero en Quintana Roo el rostro electorero es ventajosamente a favor del partido del tucán.
El acuerdo es un exhorto a que “se abstengan de utilizar recursos públicos en programas, uniformes, papelería, identificaciones, tarjetas bancarias o demás, que se relacionen con alguna fuerza política.”
Pedir perdón, es mejor que pedir permiso
Sentado frente al pastel de mil millones de pesos, a Bustamante se le hizo fácil (así se ha hecho siempre) imponer el color verde a las tarjetas y no sólo eso, sino agregarle el pico del tucán, bajo el criterio de que “es mejor pedir perdón que pedir permiso” y “golpe dado ni dios lo quita”.
Esto generó que las tres únicas diputadas de oposición PRI-PAN-MC, (de los 25 legisladores) más el diputado moreno-independiente y la diputada del PT, se unieran los cinco y lograron la aprobación del punto de acuerdo dirigido contra el abierto abuso del Bustamante verde.
Se trata de las diputadas de oposición Candy Ayuso (PRI) Cinthya Millán (PAN) y Maritza Basurto (MC), más la diputada del PT, Alicia Tapia y el independiente-moreno, Julián Ricalde. Hugo Alday (PT) no se atrevió, aunque estuvo a punto.
Operación quirúrgica para no incomodar a Morena
Aunque hay tarjetas tanto verdes como guindas, los promotores del punto de acuerdo operaron un enfoque quirúrgico para no confrontarse con Morena y dirigir el efecto político sólo contra el verde.
Otros legisladores morenistas no se atrevieron a firmar, pero es un secreto a voces la creciente inconformidad entre la bancada 4T contra el dominio verde, en la XVII Legislatura; lo cual afloró ahora que la Secretaría del Bienestar parece más una Secretaría del Verde.
Resulta sorprendente a estas alturas sigan con las mismas mañas del viejo régimen, tan obvias y desgastadas: usar los programas y recursos públicos (del Congreso y del Bienestar) para hacer proselitismo político abierto, “vulnerando el principio de imparcialidad y equidad en materia electoral, a la vez que genera un aumento enorme en la erogación de recursos, mismos que podrían destinarse a otros rubros del gasto público”.
Usar los colores guinda y verde y además el pico del tucán emblema de la pandilla verde, es algo que creíamos superado, pero la realidad es que el dinosaurio sigue ahí, sólo que antes eran tricolores, azules y amarillos y ahora son verdes y guindas. Usted tiene la última palabra.