Por: Jorge A. Martínez Lugo
• Su estrategia de presión a gobernadores, que antes le dio resultados, le falló ante Adán Augusto, más lagarto que peje; no calculó que Mara Lezama no está sola
Cuando Marybel pactó en Bucareli y llegó al IEQROO acompañando a Mara Lezama a su registro, con esa foto se definió la carrera por la gubernatura y la senadora con licencia quemó sus naves.
Ejercer el mismo tipo de presión en la post Campaña, rumbo a la presidencia de la Jugocopo, fue una estrategia equivocada porque ya era cartucho quemado. Quizá no entendió que tendría que entrar en otra fase de táctica política y negociadora.
Cuando Marybel presionaba a gobernadores, para ganar espacios y salirse con la suya, eran otros tiempos; ahora hay un presidente fuerte y Mara no está sola. El ajedrez político ha cambiado y quizá no logró entenderlo.
Es muy posible que no dimensionó que nunca iba a ser aceptada en terrenos en donde domina a sus anchas Jorge Emilio González. Quizá sea fácil hablar a toro pasado, pero son inferencias y reflexiones a partir de lo que se observa y los comportamientos de los actores políticos.
Además, su estrecha relación con Ricardo Monreal, le quita puntos claves ante Andrés Manuel López Obrador y su círculo cercano, sobre todo, con el Conde de Bucareli, Adán Augusto, quien es más lagarto que peje.
El resultado, es que Marybel está doblemente derrotada y su futuro a corto plazo no tiene cabida en la estructura estatal, aunque acepte o le acepten ser integrante del gabinete; no sólo estará acotada, sino que las humillaciones estarán a la orden del día, para terminar de reventarla.
Regreso sin gloria al Senado
Por eso, desde este espacio, consideramos que va a tener un regreso sin gloria al Senado, a la sombra de su único soporte, que va rumbo a un destino similar.
Ricardo Monreal está hoy en la misma disyuntiva que vivió su protegida quintanarroense: negocia su permanencia en Morena apoyando otra candidatura a la Presidencia de la República (sin garantía de que le cumplan) o se va por la libre con Dante Delgado, cuyos brazos naranjas lo esperan, aunque tampoco le garanticen la candidatura, sobre todo, después que Marybel la rechazó en Quintana Roo.
Ya lo hemos afirmado desde este espacio, Marybel y Monreal, son vidas paralelas, han fundido su futuro en uno solo y el destino está cada vez más cerca. Usted tiene la última palabra.