Jorge A. Martínez Lugo
*Quintana Roo requiere una gobernadora fuerte, con libertad para implantar la 4T en Quintana Roo y forjar su pasaporte a la historia.
*El factor Jorge Emilio.
Bienvenido 2023, con sus promesas de año interesante y complicado, para la primera mujer gobernadora de Quintana Roo, ante la responsabilidad de sentar las bases de la transformación y empezar a superar el multicitado “modelo agotado”. La expectativa es doble: por la traición de Carlos Joaquín y por la traición que no se desea de la 4T.
Félix, Borge, Joaquín: fortunas personales
Mara Lezama Espinosa recibe un estado en bancarrota, herencia de los malos gobiernos que endeudaron y saquearon al estado: Félix, Borge y Joaquín, ostentan hoy fortunas personales y familiares que nunca soñaron.
Mara Lezama comienza propiamente su gobierno en 2023; el último trimestre 2022, fue de calentar motores. Ahora vienen las definiciones.
¿Qué tipo de gobierno impulsará y cómo quiere ser recordada en la historia?, ¿Continuación de Félix-Borge-Joaquín o impulsora del proyecto que encabeza López Obrador en el país?
El factor Jorge Emilio
¿Tomará el rumbo de la 4T o se entregará a intereses de facto que la rodean?, ¿Cómo se resolverá la relación con Jorge Emilio González Martínez?
El viejo y corrupto niño verde, patriarca del clan que se ve a sí mismo como el poder detrás del trono 2022-2027, para asaltarlo abiertamente en 2027-2033.
La frase del priismo clásico: “roba, pero déjame trabajar” no se podrá sostener por mucho tiempo, si es que ese fuera el rumbo. Ésta será una de las grandes definiciones del gobierno morenista en Quintana Roo.
La gran sucesión 2024
Los reacomodos en las alianzas nacionales tendrán un impacto decisivo en las definiciones estatales. Pero mientras tanto, ¿hasta dónde quedará comprometido Quintana Roo a esos poderes factuales, en este interesante y complicado año?
En el estado caribeño urge detener la corrupción, el saqueo, los despojos y emprender acciones para un desarrollo compartido, si es que éste será el rumbo.
Gobernadora fuerte
Quintana Roo requiere una gobernadora fuerte, con libertad para comenzar la reforma al “modelo agotado” y forjar su pasaporte a la historia. Si a la gobernadora le va bien, le irá bien a Quintana Roo, caso contrario con Félix, Borge y Joaquín: le fue muy bien a ellos y sus familias, pero muy mal a Quintana Roo.
Mini maximato de corrupción 2005-2022
Finalmente, Félix, Borge y Joaquín se enriquecieron trabajando para Jorge Emilio, quien se oculta en Cancún desde hace varios años, pactando a nivel federal con PRI, PAN y ahora Morena. Escondido en la torre Emerald y departamentos de alta gama, ha negociado Quintana Roo como su botín en las esferas nacionales.
En la nueva alianza que ya prepara Jorge Emilio para la gran sucesión presidencial 2024, una vez más, hará a un lado a Morena, al ya no servirle, pero pretenderá mantener a Quintana Roo como su bastión económico y sede de su cacicazgo verde.
A quien le ha ido de maravilla es a Jorge Emilio, el verdadero mentor del mini maximato de corrupción en que ha degradado el poder público estatal, durante 17 años del 2005 al 2022.
Quintana Roo secuestrado
Gran maestro en los sótanos de la política paralela, nieto de Emilio Martínez Manatou, fue alumno de su propio padre, el junior Jorge González Torres, quien traicionó al grupo político que fundó el partido verde en 1991, arrebatando la franquicia a Manuel Camacho Solís, cuyo brazo operador era Marcelo Ebrad; éste, ahora, se reencuentra con ese pasado y busca hacerlo suyo en sus planes presidenciales.
Los escándalos de corrupción verde en San Luis Potosí, Estado de México, Chiapas y Quintana Roo, lo avalan como el aliado incómodo, el mal necesario para el morenismo, que gana impunidad en cada “oportuna” coalición, que ahora pagan los quintanarroenses.
La sucesión presidencial ocupará en 2023 gran parte de la energía que requiere Mara Lezama para recomponer el “modelo agotado”, pero a su vez –dependiendo de cómo queden las alianzas en 2024–, definirá el impacto que tendrá en el rumbo del estado.
¿Empezamos a transformar el “modelo agotado” o continuamos con la simulación y la corrupción? Esa es la cuestión, en la que usted tiene la última palabra.