Por: Jorge A. Martínez Lugo
• Una lucha soterrada, en los bajos fondos de la mala política, se enseñorea intra muros.
• Ni explicación, disculpas, ni renuncia.
Luis Contreras Castillo, como integrante de la junta directiva de la Uqroo, con acceso a información pública privilegiada, filtró en las redes de sus empresas, cual garganta profunda, la terna para la Rectoría de la Universidad “Autónoma” de Quintana Roo, que la comisión especial entregó a la junta directiva, de la cual forma parte.
Con ello le entró agua al coco; se cortó la nata. Una conducta irresponsable (o interesada política y económicamente) que ya contaminó y tornó irregular, ¿ilegal?, el proceso sucesorio de la iniciación a la autonomía. ¿Esto podría ser una traición a la Uqroo? ¿De un integrante de la Honorable Junta Directiva? ¿Fuego amigo?
Luis Contreras Castillo es mercader o negociador de la política. Su conducta dañó a la institución a la que debe lealtad. Además, el periodismo tiene principios y Luis Contreras actuó cuando menos, con falta de ética.
Su conducta exige al menos una explicación y dar la cara. Ha dañado legal y moralmente, de manera irreversible, el proceso de designación de la nueva o el nuevo rector. Hasta parece parodia.
Es cuando menos una imprudencia la filtración, ya que se especula que puede ser indicación de la gobernadora Mara Lezama Espinosa o del rector saliente Francisco López Mena, para reventar el proceso, lo cual ya sucedió.
Hoy están en recuentos de daños para retomar el proceso vulnerado.
Calladito, el también empresario y director del Diario de Quintana Roo, tiró la piedra y escondió la mano, mientras todos miramos para otro lado. Ni explicación, disculpa, ni renuncia.
Oscuro personaje venido de la política en tiempos de la corrupción y enriquecimiento fast track, el mismo gobierno al que sirve desde su periódico lo premió en retiro con un asiento en la junta directiva de la Uqroo. Pero en lugar de honrar el cargo, se vale de él para tratar influir en el proceso con acciones porriles como el de la filtración mediática. Fouché se queda corto.
Finalmente, ¿la sucesión universitaria la está conduciendo Luis Contreras? ¿Con acciones de choque?
¿Motu proprio o por indicación de arriba? Como sea, es una acción que deberá tener consecuencia. Caso contrario, se denomina: ¡impunidad!
La sociedad quintanarroense y la comunidad universitaria están en shock, porque con esta acción se decidió no validar a la terna de marras y reponerla con otra terna. Gulp!
Una acción mediática generó una acción jurídica de la junta directiva y palo dado ni dios lo quita.
Una lucha soterrada, en los bajos fondos de la mala política, se enseñorea en la sucesión para la Rectoría de la Universidad “Autónoma” de Quintana Roo. Usted tiene la última palabra.