Mario A. Millán Cabrera/NOTICARIBE PENINSULAR
Al diputado Guillermo Brahms González le han llovido las críticas más severas por haber sido el artífice de la reforma al Artículo 186 del Código Penal del Estado que establece penas de hasta 10 años de prisión y multas de hasta 130 días de salario a quien conduzca bajo los influjos de bebidas embriagantes o sustancias prohibidas.
El origen de la “La Ley Brahms”, como ya la han bautizado, surgió de una charla que luego se llevó a comisiones legislativas partiendo de las estadísticas que colocan a Quintana Roo en los estándares más altos del país en accidentes causados por el consumo de alcohol y drogas.
Tras su aprobación por el pleno legislativo, la Ley y el diputado Verde fueron objeto de críticas en lugar de créditos, y fueron críticas duras por parte de empresarios cancunenses quienes al parecer se sienten afectados con tal situación, pues a su juicio (insano) afecta la actividad turística; lejos de resultar un daño es un beneficio porque la Ley es garantía de seguridad para todos.
La ley ya estaba vigente, se aplicaba; sin embargo, nadie estaba enterado que el Código Penal establecía sanciones para quien alcoholizado o bajo los influjos de alguna droga condujera un vehículo e incluso provocará accidentes.
Te puede interesar: Arremete Guillermo Brahms en contra de opositores a ley antialcohol
Pues bien, precisamente para evitar o disminuir el número de percances, el diputado Brahms se echó la soga al cuello y dijo: “yo puedo contribuir a que esto vaya a la baja” . Y lo hizo a propuesta de endurecer las penas corporales y las multas.
Las críticas también vinieron de las propias autoridades policiacas que no se tentaron el corazón para echarle más tierra a la sepultura de Brahms González al señalar que “su ley” no sirve para una pura y dos con sal, es decir, no representa ni un ápice estadístico para disminuir los accidentes automovilísticos ocasionados por el motivo en mención.
El propio director de Tránsito del Estado, José Augusto Cardona Perera, aseguró que que la reforma al Artículo 186 del Código Penal que busca sancionar con cárcel a conductores ebrios, no erradicará los accidentes vehiculares mortales por el uso del alcohol, e incluso remató qué esa ley debe ser vista sólo como una medida de control.
Bueno, pero a todo esto la reforma aprobada todavía no entra en vigor hasta que sea publicada en el Periódico Oficial del Estado.
Lo que se dejó entrever con todo esto es que la autonomía legislativa está por encima de los intereses grupales y, en este caso, las acciones de Brahms González fueron buenas aún con todos los coscorronazos que ya recibió.
En su momento, la gobernadora Mara Lezama supo calmar al empresariado que ya amenazaba con tomar otras medidas.
Por lo pronto el asunto está en Stand By, dicho de otra manera, está en reposo, cuánto tiempo, no lo sabemos, pero el diputado Guillermo Brahms ha dicho que sigue firme y no se doblega. Nos leemos en la próxima entrega.