Pablo Gutiérrez no pasó la prueba.
A más de uno, le sorprendió que Pablo Gutiérrez pasará de ser un gris regidor y opaco síndico a secretario general del Ayuntamiento.
Y es que no se trata de acumular blasones y que el joven Gutiérrez se convierta en el número 2 del Ayuntamiento para seguir avanzando en su meteórica carrera política.
La realidad es que al frente de la Secretaría General del Ayuntamiento se requiere a alguien no sólo capaz, sino experimentado para atender los conflictos de Cancún, que, no es poca cosa, toda vez que es una de la principales ciudades del País.
Y el joven Gutiérrez no pudo convencer a los colonos en las inmediaciones de la parcela 1113 para que le dé chance a Siresol para reutilizar el relleno sanitario, que fue clausurado hace 10 años en la franja limítrofe entre los municipios de Benito Juárez e Isla Mujeres.
Sea cual fuera la razón, finalmente el Secretario de la Comuna falló. No logró obtener el respaldo de los vecinos de la parcela 1113.
Y no quedó más remedio a la Siresol que regresar a la parcela 196, el relleno sanitario concesionado a PIMSA y que fue clausurado hace unos días por emergencia sanitaria.
Le quedó, como se esperaba, grande la silla al joven Gutiérrez.