Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- La directora de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), Juana Fuentes Velázquez, pidió a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rectifique la reforma al Poder Judicial aprobada recientemente “ya que no fue para mejorar el acceso a la justicia” y le exigieron entablar un diálogo al respecto.
“Hacemos un llamado al diálogo, un diálogo que coloque en el centro la preservación de la independencia judicial, que no se destruya la carrera judicial, que se respeten los principios que garantizan que los ciudadanos, las empresas, y las futuras generaciones tengan una justicia imparcial. Esta no es una lucha para mantener privilegios y usted lo sabe; es una lucha por la estabilidad y el progreso de la nación”.
La jueza de distrito participó como oradora en el Ángel de la Independencia, luego de la marcha que realizaron trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) de todo el país, que partieron del Monumento a la Revolución.
Ahí señaló que mientras en el Congreso de la Unión se realizaba la toma de protesta de la primera mujer que ocupará la presidencia de México, los integrantes del PJF defendían la independencia judicial. “En las calles cercanas al Congreso se alzan vallas que intentan silenciar nuestras voces, pero esas mismas vallas no podrán detener la verdad que sostenemos. No estamos aquí porque nos opongamos al cambio, sino porque defendemos un principio que es la columna vertebral de la democracia: que los jueces y magistrados deben ser independientes, imparciales, y ajenos a los intereses políticos”.
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Expresó que la reforma constitucional impulsada por el anterior presidente Andrés López Obrador, no fue una enmienda para mejorar el acceso a la justicia. “Fue una venganza. Fue un ataque contra quienes hicimos lo correcto, defender la Constitución, impedir que se cometieran actos contrarios a la ley, proteger los derechos humanos de los ciudadanos. Ahora, con un mes de paro laboral, nuestro mensaje sigue siendo el mismo, la justicia no puede someterse a los caprichos del poder político. La justicia es de todos y para todos. Y aunque en este preciso instante se esté asumiendo un nuevo liderazgo en el país, nuestra lucha no termina. Continuaremos, con la frente en alto, defendiendo lo que nos corresponde como guardianes de la ley”.
“Lo que está en juego no es solo el presente, sino el futuro de la democracia en México”
Reiteró que el desmantelamiento de la carrera judicial, la pérdida de la imparcialidad de los jueces, no afecta solo a quienes trabajan en los tribunales, sino a cada mexicano y mexicana que alguna vez ha necesitado o necesitará de un juez independiente que defienda sus derechos. “Si el Poder Judicial se somete a los designios del Ejecutivo, ¿quién protegerá a los ciudadanos cuando el gobierno viole sus derechos? Nos encontramos ante una encrucijada peligrosa. Lo que está en juego no es solo el presente, sino el futuro de la democracia en México”.
Por ello invitó a la Presidenta a que reflexione sobre lo que significa liderar un país en el que los jueces ya no pueden actuar con libertad. “Un país donde la justicia sea un mero apéndice del poder político no es un país libre. Este golpe a la carrera judicial no solo afecta a los trabajadores actuales, sino también a los futuros jueces y magistrados. Al someter la elección de jueces a procesos populares, se pone en peligro la calidad e imparcialidad de la justicia. En lugar de elegir a los más capaces, existe el riesgo de que lleguen al Poder Judicial personas sin la formación adecuada o, peor aún, que respondan a intereses particulares, incluidos aquellos del crimen organizado”.
Apuntó que los efectos de esta reforma, si no se reconsideran, generarán una profunda crisis en la justicia mexicana, “y es por ello que le hacemos un llamado a revisar y corregir los graves efectos que esta reforma tendrá para nuestra democracia.
“El llamado es concreto: abrir mesas de diálogo en las que los propios juzgadores y trabajadores expliquemos los riesgos de desmantelar la justicia. Nos ofrecemos incluso a participar en mejorar la reforma, nadie mejor que los que hoy estamos aquí sabemos de lo que adolece y que es mejorable. Pero nadie de los que estamos aquí haría este ofrecimiento colaborativo, de poder a poder, si fuera para mantener privilegio. Como juzgadora, le hago un llamado a escuchar la voz de quienes estamos en esta lucha, para que juntas, como mujeres, como profesionales formadas en el rigor académico, corrijamos lo que puede ser un daño sea irreversible”.
Con información de La Jornada