La negativa en Morena para que Juanita Alonso Marrufo buscará la reelección era la crónica de un derrumbe anunciado.
Contra los pronósticos, Juanita Alonso se convirtió en la primera alcaldesa de “izquierda” en Cozumel, en donde se había arraigado una rivalidad profunda entre PRI y PAN.
Aunque, hay quienes atribuyen el triunfo de Juanita a factores “externos”. Es decir, a la hoy alcaldesa se le alinearon los astros. Obvio, fue beneficiada del efecto López Obrador y de la torpe estrategia de los operadores joaquinistas de unir al PAN y al PRI, en un lugar donde estos partidos han sido rivales, sin omitir el decepcionante desempeño del priista Pedro Joaquín Delbouis, quien buscaba la reelección.
Y como alcaldesa, Juanita quedó desbordada por la inseguridad. Su trienio fue marcado por la violencia. Ante el azoro de los cozumeleños, la Isla se convirtió en escenario de ejecuciones recurrentes.
Por si fuera poco, también se le señaló de deslealtades políticas, no sólo por confrontar al Verde. En las elecciones de 2022, su colaboradora Margarita Vázquez Barrios fue candidata a diputada del MAS.
El mundo se le vino encima a la Alcaldesa, quien termina con un saldo tremendamente desfavorable. Una de las últimas encuestas, señalaban que el 73 por ciento de cozumeleños no volverían votar por ella. Poner a Juanita de candidata ponía en en riesgo al binomio Morena-PVEM en la “Isla de las Golondrinas”
Finalmente, el candidato será José Luis Chacón, que desde la Fundación de Parques y Museos de Cozumel, consolidó una estrategia que le permitió imponerse en las mediciones de Morena.
Lo que le queda a Alonso es ser rescatada en el gabinete estatal