Por Tony Rivero/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- Aproximadamente 94 mil caracoles chivita de todas las tallas, murieron en la laguna de Bacalar, a causa de las intensas lluvias de la primera semana de junio, revelaron expertos del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo IBANQROO
En un estudio indicaron que la precipitación pluvial y el arrastre de la materia que las escorrentías traería consigo, cambió las condiciones ambientales y o fisicoquímicas del agua de la laguna, misma que aparentemente causó una mortalidad masiva del caracol chivita (Pomacea flagellata).
Asimismo, señalaron que han solicitado apoyo económico para realizar los estudios complementarios de contaminantes, con los que se podrá conocer factores que intervinieron en la muerte de los caracoles.
Una de las probables hipótesis es la presencia de nutrientes asociada al uso de fertilizantes y otros agroquímicos como el glifosato en la agricultura, tanques sépticos defectuosos u obsoletos y la falta de tratamiento de aguas residuales.
Explicaron que para conocer la mortandad del caracol se realizó un método de evaluación, mismo que consistió en un muestreo por cubetas, así como el conteo de caracoles durante siete días en varios predios.
“Considerando que cada cubeta se llenaba con mil 200 caracoles, siendo un total de 34 mil, 800 caracoles en un solo predio. Otro método consistió en conteo por cuadrantes de un metro por un metro, en 12 puntos ubicados a lo largo de la laguna”, precisa el estudio
INVESTIGAN LA MUERTE DE MÁS DE 94 MIL CARACOLES EN #BACALAR
— Noticaribe Peninsular (@Notipeninsular) August 14, 2020
Expertos del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo advierten peligro para especies del sistema lagunar de Bacalar. pic.twitter.com/AgqapUdxum
Los expertos explicaron que las causas de la mortalidad aún no se conocen, pero los datos pueden dar una idea del impacto que este evento inusual de mortalidad puede causar en la laguna en el mediano plazo, ya que, al no haber caracoles disponibles, los procesos de pastoreo en la vegetación se ve limitada, y el número de gavilanes caracoleros también podría verse afectado puesto que el caracol es su dieta predilecta, así como otros componentes ecológicos de la laguna.
Por último señalaron que Bacalar necesita operar sistemas de tratamiento de agua negra que no generen lodos, ni agua residual, que esta no se inyecte en aguas profundas, sino que se trate de forma adecuada para su posible reutilización.
Los especialistas que encabezan el informe, son: Alberto de Jesús-Navarrete, departamento de Sistemática y Ecología Acuática, de El Colegio de la Frontera Sur. Gonzalo Aldana Pech, Jefe de departamento de Áreas Naturales Zona Norte, del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo IBANQROO. Melina Cecilia Maravilla Romero, Agua Clara Ciudadanos por Bacalar A.C., Silvana Marisa Ibarra Madrigal.