Por el Escrutador
Recién comienzan las campañas electorales y se han asomado yerros que podrían ser determinantes en los objetivos de la alianza PAN-PRI en Solidaridad.
La candidata Lili Campos está frente una elección de estado y cualquier error de estrategia podría ser crucial.
El Cabildo Municipal, que está bajo su control, aprobó al vapor la Cuenta Pública 2023 de Solidaridad, con lo cual dio pauta para posturas de la Regidora opositora Matilde Carrillo Vejar, quien en su calidad de presidenta de la Comisión de Anticorrupción, crítico acremente ese proceder.
El punto es que los funcionarios municipales no tuvieron a tiempo dicho documento normativo y presupuestal, para que se sometiera a discusión y aprobación antes que iniciara el proceso electoral, como le han hecho varios Ayuntamientos.
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Otro tema son los horarios en los que hace campaña: antes de las 9 am y después de las 5 pm, y dentro de este horario es presidenta municipal, en una total confusión al electorado.
Por ello, los alcaldes morenistas pidieron licencia para dedicarse de tiempo completo a sus compañas, digamos como debe de ser.
Asimismo, su slogan, “Juntos Renovamos”, fabricado por Antonio Sola no pega. Cambiar y renovar son sinónimos peligrosos para una subalterna de Carlos Joaquín, de triste historia política en Quintana Roo.
Por otro lado, el diputado local de la Coalición “Fuerza y Corazón por México”, Raúl Alejandro Aguilar Acosta, está siendo saboteado por Teresa Flota: la inconforme ex secretaria municipal de desarrollo urbano afirma (a quien quiera escucharla), que tenía mayores méritos para alcanzar la candidatura propietaria y no la suplencia que ostenta.
De igual, forma el candidato “discapacitado auditivo” Chanito Toledo, nada más que no le ayuda con sus ocurrencias.
Otro tema es su secretario particular, Elías Ramón Sánchez Manzanilla, hosco de trato hacia quien se le acerca, es un cerco para estos tiempos en que los políticos quieren saludar a todo mundo.
También varios empleados están siendo acosados laboralmente para que asistan a las actividades de campaña. Y no dan sus nombres por razones obvias: temen perder su chamba.
Así, comienza mal la campaña electoral de Lili Campos, que tiene en contra una elección de estado: La transformación, el segundo piso de la transformación y todo lo que se deriva de ese alud electoral.
