Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Uno de los alimentos que han caracterizado a México más allá de nuestras fronteras, han sido los tamales. Aquellos platillos hechos con masa de maíz y rellenos con carne, salsa, verduras y que también pueden ser dulces.
Este ha sacado de apuros a los mexicanos al ser uno de los más accesibles a la hora de iniciar el día y su presencia en eventos festivos. Y han sido asociadas, especialmente a la capital del país con el bolillo, creando la torta de tamal o Guajolota.
Pero no fue así para el sitio Taste Atlas, que catalogó una de sus variantes como uno de los peores platillos callejeros en el mundo.
Para ser específicos, fue colocado en el sexto lugar de los 50 peores platillos callejeros del mundo (por encima incluso de las tripas, que está en el puesto 7), lo que ha desatado la indignación de los chilangos.
Aunado a esto, el sitio no ofrece una explicación para lo que muchos han visto como un desacierto y una ofensa para el orgullo y gusto de los mexicanos. En la lista también está la torta cubana en el puesto 12 y las entomatadas en el 21.
Los tamales
Su preparación se remonta a tiempos anteriores a la conquista, pues en las crónicas y relaciones de los conquistadores se habla de su presencia dentro de los alimentos del emperador Moctezuma.
Estos, al ser de la realeza, se rellenaban con la carne de pato, ancas de rana y pescado. Posteriormente, tras la conquista, se utilizó la carne de cerdo y de pollo junto con la manteca. Incluso así, el resto de la población que no podía acceder a la carne con facilidad, lo rellenaba con salsas, legumbres (como el frijol) y verduras (calabaza).
Además su aspecto era más firme y apelmazado, de acuerdo con un artículo del Gobierno de México.
También hay que recalcar que los tamales comenzaron a ser considerados como alimento para las clases bajas y de poca calidad, especialemente, en tiempos del Porfiriato, en donde incluso se reprobaba el consumo de platillos nacionales en favor de la comida extranjera y los platillos franceses.
En el libro de Julio Guerrero de 1901, Génesis del Crimen en México, el autor atribuyó el tipo de alimentación como una de las causas de la criminalidad en el país, y señaló a los tamales como “repostería popular abominable”.
Cabe señalar que la torta de tamal o Guajolota, originalmente viene del estado de Puebla desde hace al menos dos siglos, según señala José N. Iturriaga en La cultura del antojito. De tacos, tamales y tortas.
Sin embargo, esta no era como la que conocemos actualmente, pues el contenido de la Guajolota era una enchilada roja y carne de puerco deshebrada, además de que se utilizaba un pambazo.
Posteriormente se trasladó a la capital donde se sustituyeron los ingredientes gradualmente hasta como la conocemos actualmente: un bolillo o telera y una pieza de tamal del sabor que guste el consumidor.
Ante el lugar que le dieron a la Guajolota, han puesto sobre la mesa los argumentos en contra del platillo por su alto contenido calórico, además de que incluso usuarios de internet han destacado que generalmente es un platillo seco y que en realidad solo se come por cuestión de urgencia y no tanto por “amor” a este.
Desde un lado positivo, la cochinita pibíl se encuentra en el puesto número uno de los mejores platillos del mundo de acuerdo con el mimso sitio Taste Atlas.
Con información de Infobae