Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
ACAPULCO.- Un incendio en el tianguis campesino, ubicado en las inmediaciones del mercado central de Acapulco, dejó pérdida total de unos 80 locales de madera, cartón y lámina, además de afectaciones en tres establecimientos fijos de cemento, así como dos vehículos quemados.
El fuego fue reportado minutos después de las 11 de la noche del viernes; hasta el momento se desconocen las causas que lo originaron y la Fiscalía de Guerrero efectuará la investigación, informó el coordinador de Protección Civil y bomberos del municipio, Efrén Valdez Ramírez.
La conflagración ocurrió luego de que el miércoles y el viernes, comerciantes del mercado central bloquearon las avenidas Cuauh-témoc y Constituyentes, además de la costera Miguel Alemán, a fin de protestar por los presuntos abusos y hostigamiento a mujeres y niños durante operativos de seguridad realizados por elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
Sin embargo, Marco Antonio Mendoza, comandante del 56 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano, atribuyó las movilizaciones a una campaña de desprestigio emprendida contra fuerzas castrenses por una persona que se dedica a extorsionar y cobrar cuotas en ese centro de abasto.
Labores de sofocación del fuego se complicaron
Comerciantes y voluntarios llegaron al lugar para apagar las llamas a cubetadas, mientras bomberos municipales esperaban la llegada de pipas y motobombas, pues las labores de sofocación se complicaron debido a la falta de equipo y agua, por lo que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco tuvo que activar una planta de rebombeo ubicada en capitán Malaspina cerca de la medianoche.
Autoridades reportaron que no hubo personas heridas, ni pérdidas humanas, y el fuego fue sofocado alrededor de las dos de la mañana.
Durante las primeras horas del sábado, familiares de comerciantes acudieron a limpiar escombros y evaluar sus pérdidas, pues el incendio arrasó con puestos de artesanías, de carbón, muebles, ventiladores, artículos de palma, sombreros, petates, refrigeradores, semillas, frutas, calabazas, refrescos y ollas de barro.
“Queda un poco de carbón para la casa, al menos, porque se mojó y ya no se puede vender”, expresó una mujer de 60 años, mientras su nieto recolectaba en un costal el carbón restante. “El fuego se llevó todo, eso es puro maíz pozolero”, comentó una señora mientras señalaba una montaña de cenizas, maíz húmedo y hollín.
“A ver si hay ayuda, que se acuerde de nosotros Mamalina y sus declaraciones”, dijo un vendedor de calabazas, en referencia a la alcaldesa morenista, Abelina López Rodríguez, mientras limpiaba con una pala los restos de lo que alguna vez fue su puesto de venta.
Las labores de limpieza son realizadas en silencio. Existe temor entre los locatarios, que cambian de tema, hacen como que no escuchan, y expresan unas palabras antes de regresar a sus labores.
En los alrededores, la actividad comercial continúa aparentemente normal en decenas de puestos de carne, fruta y productos artesanales en el tianguis campesino.